Vista de una de las páginas de descarga del libro.

Con la que está cayendo, que el libro de uno de tus autores emblema se cuele en la red es más que una tragedia, y eso es lo que está viviendo la editorial Planeta con la filtración de la nueva novela de Carlos Ruiz Zafón, cuya salida está prevista en España y Latinoamérica para el próximo 17 de noviembre. Sin embargo, basta una búsqueda en Google para comprobar que El prisionero del cielo, la nueva entrega de la tetralogía de novelas ambientadas en Barcelona del autor catalán, está lista para descarga. Sus 384 páginas. Algunos de los enlaces de descarga publicados hace ya dos días están siendo eliminados, pero hay otros que continúan funcionando.



La salida del libro, que se comercializará a 22'90 euros, está considerada como uno de los acontecimientos literarios del año, pues su autor ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo y ha sido traducido a más de 50 lenguas. De hecho, la expectativa de venta es de 700.000 ejemplares. Antes de incidente, Planeta estaba llevando con total secretismo los detalles de la novela, de la que apenas se sabía que estaba ambientada en una Barcelona misteriosa y gótica, la del año 1957, en la que Daniel Sempere y su amigo Fermín, los héroes de La Sombra del Viento, regresan a la aventura para afrontar el mayor desafío de sus vidas ante la aparición de un inquietante personaje que les devela un aterrador secreto. De hecho, los periodistas no han recibido el libro por exigencias de la editorial, que solo lo entregará en mano el día 16, fecha en la que el autor concederá las primeras entrevistas promocionales. Según ha podido saber elcultural.es, el servicio jurídico de la editorial ya está tomando medidas para encontrar a los piratas.



Es como luchar contra una hidra: cortas una cabeza y le brotan veinte más. Las editoriales parecen pelear sin esperanza contra el fenómeno de la piratería. Así lo explicaba hace unas semanas José Manuel Lara, presidente de Planeta, durante los fastos del mediático premio que otorga su sello. En la editorial hay un equipo de entre cuatro o cinco abogados volcados en erradicar del mapa digital los títulos de su catálogo accesibles ilícitamente. Entre enero y agosto de este año han conseguido eliminar casi 20.000. Algo que no ha servido de mucho: "Porque basta que retiren el contenido en el plazo de 48 horas y no pasa nada". Se van a otro lado y vuelta a empezar. Y entretanto la industria editorial se tambalea.