Gianrico Carofiglio, autor de El silencio de la ola



El autor italiano, superventas en Italia con su saga del abogado Guerrieri, presenta en la Feria del Libro 'El silencio de la ola'. El viernes firmará libros en la caseta 312 y el sábado, en la 195 y en la 104. Esa misma tarde se encontrará con sus lectores en el Pabellón del Banco Sabadell (20.30 h.)




Guido Guerrieri es uno de los más famosos abogados de toda Italia. Un tipo que no duda trascender los límites de su profesión y husmear en los casos que le caen en el despacho como un detective. El personaje lo creó en 2002 el escritor Gianrico Carofiglio (Bari, 1961), que, al igual que su personaje, salta sobre diversas profesiones según el momento (ha sido fiscal antimafia y senador por el Partido Democrático). La serie de Guerrieri ha arrasado en el país transalpino, con cientos de miles de ejemplares vendidos. Pero la labor literaria de su autor no queda en el territorio de la narrativa negra. En su haber se cuentan ensayos sobre literatura (La manumisión de la palabra) y libros de cuentos (No existe la sabiduría). Y otras novelas que desbordan el thriller policiaco y se adentran en las heridas psíquicas de las condición humana. Quizá el mejor ejemplo de esta vertiente suya es El silencio de la ola, último título de su cosecha publicado en España (por La Esfera de los Libros). Roberto Marías, tras años entregado a una vida de engaños, falsedades y trampas como agente encubierto, aspira a una vida normal. Sólo eso. En la consulta del psiquiatra coincide cada semana con la mujer que le precede. Esa coincidencia puede ser su oportunidad de conseguirlo.



Pregunta.- Dice que El silencio de la ola es el libro que más trabajo que más esfuerzo le ha costado escribir...

Respuesta.- Sin duda ha sido el libro que más me ha costado escribir. Creo que esa dificultad se ha debido sobre todo a la identificación que sentía con algunos de los pasajes más dolorosos de la historia de la novela.



P.- Las personas heridas se reconocen al mirarse... ¿No es así?

R.- A veces, pero no siempre. En ocasiones sucede lo contrario, el dolor nos puede cegar e incapacitarnos para relacionarnos con los demás. Pero es cierto que quien es capaz de reflexionar sobre sus propias heridas es más sensible a la debilidad de los otros.



P.-¿Podría decirse que en toda su obra está de fondo la capacidad del hombre para renacer tras el derrumbe?

R.- Quizá no siempre, pero es cierto que la fuerza de la voluntad para remontar tras un fracaso es una de las cuestiones que más me atrae a la hora de escribir.



P.-¿Una persona que ha vivido por su profesión en medio de una mentira durante años es recuperable para la vida normal?

R.- Cuando se habla de personas no hay reglas absolutas e definitivas. Ni en lo bueno ni en lo malo. Es algo que ha aprendido a lo largo de mi carrera de magistrado y todos los días debía tratar con todo tipo de criminales.



P.-¿Tiene algún plan para alternar su serie de Guerrieri con sus otros empeños literarios? ¿O improvisa?

R.- Pues un poco las dos cosas. Tengo una regla que siempre me aplico: no pueden salir uno de tras del otro dos novelas de Guerrieri. En todo lo demás improviso. Y debo decir que, en general, improvisar me gusta.



P.- Para usted los verdaderos escritores "deben sentarse sobre una montaña de libros y robar pedacitos de ella, pero sin imitar". ¿De qué libros roba usted?

R.- De todos. A veces de manera consciente y otras inconscientemente. Pero estoy convencido que no hay escritura auténtica que no se apoye sobre la escritura de otros.



P.- Alguna vez ha dicho que Matadero Cinco es su libro favorito. ¿Por qué?

R.- No diría es mi libro preferido en términos absoluto, pero si es uno ellos, por su equilibrio entre fábula y tragedia, y por su extraordinario comienzo: "Todo esto sucedió, más o menos".



P.- Hay un proyecto en marcha de adaptación al cine de su serie de Guerrieri. ¿En qué fase está?

R.- Estamos terminando de escribir el guión. Luego esperamos que la crisis financiera del cine italiano (y no sólo italiano) no se meta de por medio.