El pasado 30 de abril Clayton Lockett yacía en una cama de una penitenciaría de Oklahoma preparado para que su cuerpo recibiera una inyección letal de un misterioso compuesto que debía acabar con su vida en unos instantes sin infligirle ningún dolor. La ejecución, sin embargo, se prolongó durante 43 minutos hasta que el corazón del reo dijo basta y finalmente murió. La agonía provocada a Lockett por sus verdugos ha creado una gran controversia en EE.UU en torno a los métodos y sustancias que se utilizan para llevar a cabo las penas de muerte. Lo curioso de este lamentable suceso es que, seis meses antes de que se produjera, la serie de televisión The Good Wife había desarrollado en el primer capítulo de su quinta temporada una trama que abordaba esta problemática con un enfoque que, visto ahora, resulta casi profético. "Las series comentan el presente con semejante o mayor eficacia que el periodismo", comenta el escritor Jorge Carrión, director del seminario Series en serio que este martes arranca en el MACBA. "Y no solo comentan el presente, además lo discuten".

Las series de televisión actuales hacen algo más que reflejar el mundo que habitamos. En ocasiones los guionistas, con una lucidez instintiva, se adelantan a los acontecimientos y en otras ocasiones los modifican sin aparente intención. Por ejemplo, ¿qué espectador de Perdidos no ha sentido un inaudito interés por conocer detalles de la desaparición del vuelo malayo MH370? Las relaciones entre realidad y ficción televisiva son profusas y en ocasiones difíciles de rastrear y entender. Sin embargo, cada día surgen nuevos espacios que ayudan a reflexionar sobre un fenómeno que también ha modificado nuestros hábitos y conversaciones.

Este es el caso de Series en serio. El seminario, dividido en cinco sesiones que se celebrarán cada martes a partir del día de hoy, aborda distintos temas que serán tratados a partir del relato que establecen algunas de las series norteamericanas más difundidas. Así, para hablar de la pantalla y el biocontrol se recurrirá a Homeland o The Newsroom; para la comunicación y la política, a The Good Wife y House of Cards; para los posgéneros, a Orange is the New Black o True Detective; para la serialidad, adicción y terapia, a Breaking Bad; y para la inversión de valores y arte contemporáneo, a Dexter, Mad Men y Hannibal.

"El objetivo del seminario es discutir si las series son arte contemporáneo", explica Carrión. "Y después ver hasta qué punto nos ayudan a entender nuestro mundo de hoy, a partir de temas clave, como la pantalla, el género o la comunicación". Jorge Carrión, además de cultivar la novela y la crónica de viaje, es autor de reconocidos ensayos como Librerías (Anagrama, 2013). En Teleshakespeare (Errata Naturae, 2011), ofrecía una reflexión general sobre la ficción televisiva norteamericana de principios del siglo XXI a través de pequeños, pero lúcidos y ágiles, textos sobre series como Los Soprano, The Wire o A dos metros bajo tierra.

"Si el espectador quiere penetrar en los estratos de las series, puede hacerlo", comenta el director del seminario Series en serio. "No solo encontrará historia contemporánea y comentario de actualidad, también hay moda, ciencia, literatura...". Las series hoy en día nos ofrecen mucho más que un mero entretenimiento. Independientemente del género por el que discurra la trama, que puede ir desde el realismo más crudo hasta visiones apocalípticas plagadas de zombies, siempre funcionan como espejo de nuestra sociedad, de nuestro temores y ambiciones. Y, además del contenido antropológico, han generado un continuo nexo de unión social.

"Hubo un tiempo en el que se hablaba de televisión, pero de la que aún estaba sujeta a la tiranía del televisor", explica Carrión. "Creo que los principales temas de interés general de ahora siguen siendo la política y el fútbol, pero entre los culturales destacan las series". El seminario, en el que tambien participan la doctora en Comunicación Audiovisual, Concepción Cascajosa y el profesor de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona Jordi Balló, guiará a los asistentas por un viaje que también servirá al escritor para desarrollar la segunda parte de su ensayo catódico, Teleshakespeare. "Se trata de seguir pensando las series como herramientas para diseccionar nuestra época", explica Carrión. "No creo en la tesis únicas pero sí sé que trataré temas como los drones, el periodismo, la ciudad, la biopolítica, la novela o el arte".