Máximo en una fotografía de 1975. Foto: Gtres.

Máximo San Juan, dibujante y viñetista, ha fallecido este domingo en su domicilio madrileño a los 82 años, tras una larga trayectoria marcada por un humor gráfico muy personal, caracterizado por su carga intelectual. El dibujante falleció de una parada cardiorrespiratoria, según ha informado a Efe su hijo Alberto San Juan, quien ha detallado que la incineración de sus restos mortales tendrá lugar este lunes entre la 13.30 y las 14.00 horas en el Parque cementerio La Paz, en las cercanías de Tres Cantos.



Nacido en Mambrilla de Castrejón (Burgos) en 1932, el dibujante y viñetista dedicó su vida profesional a la ilustración y colaboró, entre otros medios, con El País, Pueblo, La Cordorniz, El Correo Catalán y ABC, último medio para el que ha trabajado. Entre sus libros destacan Historias Impávidas, Este País, Carta abierta a la censura, Diario Apócrifo, Animales políticos, No a la OTAN y otros incordios, Hipótesis o El poder y viceversa



Su trabajo mereció el reconocimiento de galardones como el premio Mingote 1981, por un chiste realizado con motivo de la exposición sobre Picasso celebrada en Nueva York y publicado en El País; el premio Joaquín Costa de Periodismo por sus trabajos sobre la paz y el premio de la Asociación Pro-Derechos Humanos de 1985.



También recibió el González Ruano de Periodismo 1988 por su artículo Los artistas, entre las musas y Mercurio; el de humor gráfico Antonio de Lara, Tono (2005), el Premio Rodríguez Santamaría 2007, que la APM le concedió por sus 30 años ininterrumpidos publicando viñetas diarias en El País, el Premio Internacional de Humor Gato Perich (2008) o el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos (2010).



El dibujante y escritor castellano fue uno de los seleccionados entre varios países por el Writers and Cartoonits Syndicate de Nueva York para difundir sus dibujos en Estados Unidos.



Además de los miles de dibujos y centenares de textos publicados, Máximo, padre de cuatro hijos -entre ellos el actor Alberto San Juan- adaptó en 1977 la obra teatral La tierra es redonda, de Armand Salacrou.



Por su parte, Antonio Fraguas, Forges, ha asegurado que Máximo ha sido "uno de los puntales fundamentales para el desarrollo del humor gráfico en España" y su trabajo ha sido "tan personal como evidentemente unívoco".



En declaraciones a Efe, el humorista gráfico destacó que Máximo "ha sido una persona, dentro de nuestro gremio, de una gran preparación intelectual que nos ha enseñado a todos cómo estar en la vida a través de la cultura".



La aportación del dibujante y escritor fallecido al humor gráfico en España fue "una visión de humor gráfico intelectual, muy formado, siguiendo grandes escuelas internacionales, entre ellas la estadounidense y la alemana", ha señalado el dibujante, quien al igual que Máximo posee el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos.



Según Forges, mucha gente se cree que el humor tiene que hacer reír "y eso es la gracia. El humor lo que tiene que hacer es hacer pensar y en eso Máximo era un gran experto".



Tras conocer la noticia, el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, ha manifestado: "Junto a figuras ya desaparecidas como Chumy Chúmez, Summers, Mingote u otros humoristas gráficos que siguen trabajando como Forges o Andrés Rábago, Máximo ha sido una voz en la que el humor, que al principio de su carrera en tiempos del franquismo tenía que ser obligadamente críptico, ha constituido un vehículo para trasladar firmes convicciones éticas, sociales y políticas, donde la sonrisa instintiva daba paso a una reflexión sobre la cuestión que planteaba".