Imagen de la International Book Fair de Bucarest

Según Valerie Miles (Nueva York, 1963), escritora y editora, hay un creciente interés por parte del público en tener intercambios presenciales con los escritores. Lleva muchos años viviendo y ejerciendo su labor en España hasta el punto de que ha asumido la cultura como suya, nuestra lengua como parte de su día a día y nuestra literatura como imprescindible. Su último trabajo y esfuerzo es una antología de escritores españoles que se titula Mil bosques en una bellota que va a promocionar en el International Book Fair de Bucarest (Rumanía) gracias al apoyo del Programa AC/E de Internacionalización de la Cultura Española.



Miles lleva tiempo dedicándose a la experiencia de asombro que aporta la literatura, "pero este intercambio solo se logra a través del contacto, de charlar, de ver la cara, de recordar un momento en el tiempo y fijarlo en el recuerdo individual y colectivo". La obra que presenta en Bucarest nace de una antología del año 1942 que descubrió en una biblioteca. Y el interesante modelo lo ha querido poner en marcha en España con escritores nacionales y latinoamericanos. En aquel volumen "los editores preguntaban a los mejores escritores de la época cuáles eran sus mejores páginas", recuerda. Escritores como Faulkner, Hemingway, Dorothy Parker, Katherine Anne Porter, tras una vida dedicada a la pluma escogían sus textos más importantes.



Repitiendo esta fórmula la editora se reunió con autores "reconocidos y secretos, de los mejores de la lengua aunque no los únicos" como Evelio Rosero, Ramiro Pinilla, Ana María Matute y Esther Tusquets. "Solo hay narradores y de las generaciones mayores", admite. Pero se trata de una decisión fundamentada. "Al hacer la pregunta de 'cuáles son sus mejores páginas' hace falta que una parte de ellos hayan ya escrito esos textos". También están Mario Vargas Llosa y Rafael Sánchez Ferlosio y escritores más jóvenes como Javier Marías, José María Merino, Antonio Muñoz Molina, Enrique Vila-Matas y Cristina Fernández Cubas. "Buscaba una entrada secreta al proceso creativo, no lo que dicen los críticos o los expertos, sino la relación directa y secreta entre el creador y sus criaturas", apunta.



Un libro que, gracias al apoyo de AC/E, viaja hasta Rumanía, lengua a la que se va a traducir. Una manera de dar visibilidad a nuestras letras y cultura en un país que ha dado escritores como Norman Manea, Mircea Cartarescu y Emil Cioran. "La movilización es imprescindible para mantenerlo vivo, vital, darle óxigeno. Estas ayudas hacen posible la creación de un espacio serio para un proyecto cosmopolita. Y el arte que no es cosmopolita está muerto y destinado a la fatiga y a la falta de ideas", se muestra rotunda la editora e investigadora de la obra de Roberto Bolaño. "Mis editores en Editura Univers tienen una especial devoción por la literatura española y Mil bosques en una bellota es una sólida fuente de información y una manera de ofrecer la mejor literatura escrita en esta lengua", admite la editora.



Por otro lado, Miles ofrecerá una conferencia en la que hablará sobre sus conversaciones con los escritores que forman parte de este volumen como Juan Marsé, Antonio Muñoz Molina y Eduardo Mendoza. "También hablaré sobre Hebe Uhart y Aurora Venturini, de Ricardo Piglia, de Edgardo Cozarinsky, de Alberto Ruy Sánchez y la influencia que ha tenido España en Latinoamérica y viceversa". Al tiempo que leerán fragmentos que ha seleccionado José María Merino, quien le acompaña en el viaje, como sus mejores páginas, de la urgencia de las palabras y de la creación del mundo imaginativo del lector.



- ¿Cómo fue la concepción de Mil bosques en una bellota?

- Cada entrevista es diferente. Con cada escritor tuve una experiencia que narro un poco en la introducción. Con Edgardo Cozarinsky tomamos champán y charlamos largo rato sobre la generación del Sur y Silvina Ocampo, con Alberto Ruy Sánchez en Guadalajara entre taxis y tequila, con Javier Marías en su biblioteca hablando de lunas pulposas, Nabokov, la traducción y la poesía, con Fuentes en el Hotel Majestic una tarde poco antes de su muerte, recordando a sus abuelas y la edición de la antología que él leía a menudo porque su padre tenía un ejemplar en su biblioteca. Y recordaba la selección de Faulkner.



- Tal vez no sea un libro con vocación de ser superventas pero, tal vez, su importancia pase por ser un volumen que a la larga puede tener un gran peso.

- A veces son estos libros que no salen a conquistar el mercado de ventas para ser un bestseller los que realmente, con dignidad y aguante en el tiempo, terminan encontrando su lugar en el mundo y su permanencia en las estanterías de las casas y de las bibliotecas. Lo que espero es que en 20 años se puede mirar hacía atrás y el libro tenga aún más valor que ahora.



Al fin y al cabo, se trata de conversaciones para que el lector conozca la mente del escritor, sus obsesiones y motivaciones. "Hay sorpresas como la de Mario Vargas Llosa que escoge El paraíso porque cree que demuestra que sus intenciones creativas y el resultado están más cerca que nunca. O Javier Marías que considera que uno de sus grandes éxitos están en la técnica del punto de vista. O José María Merino El libro de las horas contadas porque tiene una paradoja: "ha jugado a escribir una novela desde la mirada del cuentista y una colección de cuentos y mini cuentos desde la mirada del novelista."



Y aunque ve el panorama literario "un poco desolador", hay sellos como Anagrama, Acantilado, Galaxia Gutenberg y Salamandra que "mantienen el criterio de unos catálogos exigentes". Incluso editoriales más pequeñas "como Periférica, Malapaso, Errata Naturae e Impedimenta ayudan a mantener un microcosmo rico en ofertas durante el ocaso de las estructuras más grandes". El español vuelve a estar entre los idiomas más traducidos después de los años del Boom. "La experiencia de la literatura nos ofrece la empatía que hace que el otro no sea tan extraño, sino que nos damos cuenta de que es simplemente una otra versión del yo que podría ser...", concluye.