Justo Sotelo

Bartelby, 2015. 83 páginas, 11€

Catedrático de Política Económica, ensayista y narrador, Justo Sotelo (Madrid, 1964), que debutó en la novela en 1995 con La muerte lenta, reúne en Cuentos de los viernes una selección de microrrelatos publicados en el digital Diario Progresista los dos últimos años.



Conviene aclarar desde el principio que se trata de relatos de amor y literatura, de amor "a" y "desde" la literatura. Divididos en tres partes, en la primera dos personajes innominados pero reales, muy de piel, se reconocen en territorio seguro, esto es, literario: "leían libros perpetuos y se amaban entre sus páginas con la seguridad de que esos instantes no volverían a repetirse" ("Las olas", p. 19). Los personajes se irán haciendo de papel y literatura en la segunda sección, con constantes guiños borgeanos como en "La biblioteca universal", sin que falten referencias a Cortázar, Calvino, Dalí e incluso a Peter Pan, como en "Wendy": "supo que no podría crecer porque se lo impediría la literatura" (p.46).



La tercera parte nos descubre a los personajes hechos ya palabra, pura ficción: lo real y lo literario se funden, desaparecen tiempo y espacio y el relato se convierte casi aforismo: "No sabía cuál era su vida, hasta que alguien se la escribió" ("El personaje", p. 73). Termina así un viaje fascinante y desolador de amor y muerte, de huida y esperanza, acaso demasiado breve. Un buen libro.