Carmen Iglesias con Victoria Prego en el acto de entrega del premio Antonio de Sancha
No cabe una línea más en el currículum de Carmen Iglesias. Directora de la Real Academia de la Historia, académica también de la RAE, antigua profesora del Rey Felipe VI y de la infanta Cristina, catedrática de Historia de las Ideas por la Complutense y la Rey Juan Carlos, exconsejera de Estado, expresidenta del grupo de comunicación Unidad Editorial. Entre sus distinciones, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, Orden de las Palmas Académicas de Francia, la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, Premio Julián Marías de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales y hace un año, el título de condesa de Gisbert, concedido por el Rey Juan Carlos por su "brillante e intensa labor académica y docente al servicio de España y de la Corona". Ahora suma a todos los galardones recibidos el Premio Antonio de Sancha de la Asociación de Editores de Madrid, un premio que le hace especial ilusión a esta mujer para quien los libros fueron su tesoro más preciado desde que era niña. "Los libros me ayudaron a sobrevivir", asegura.Se identifica, dice, con un artículo reciente de Javier Cercas en el que hablaba de "lectores vampiros". Así consume ella los libros. "Siempre he pensado que los libros estaban a mi servicio", por eso subraya y toma notas al margen a medida que va leyendo. "Pero nunca notas personales", añade. Deformación profesional de historiadora. Para ella, "leer es como respirar, no hay horas determinadas para hacerlo". Habla de la última novela que le ha cautivado: Stoner, de John Williams; de los autores que la han marcado: A.S. Byatt, Aldous Huxley, Thomas Mann, Stefan Zweig... A Dostoievski lo leyó en su día pero no lo ha releído: "Los rusos son demasiado duros", se excusa. Y se hace eco de una afirmación de Steiner: "Nosotros no leemos a los clásicos, son los clásicos quienes nos leen a nosotros", en referencia a su dominio de la naturaleza humana, universal e inmutable. Defiende la cultura y la lectura, por supuesto, pero destaca una triste paradoja: "Aun siendo totalmente necesarios, los libros no han evitado la barbarie".
-¿Qué opina una rigurosa historiadora del auge actual de la novela histórica?
-Bueno, Marguerite Yourcenar y Thornton Wilder escribieron magníficas novelas históricas (aunque no me gusta ese término). Y si la historia real de Julio César no es tal como la contó Shakespeare, debería serlo. En cuanto a muchas de las novelas históricas comerciales que se publican hoy, pues hombre, como historiadora sí que se sufre un poquito...
Sirvan estas pocas pinceladas para esbozar la relación con la literatura de una mujer consagrada al conocimiento. En su primer año al frente de la Real Academia de la Historia (fue elegida directora el 12 de diciembre de 2014), asegura que se han hecho "muchas cosas" en la casa que regenta, "sobre todo hacia el interior". Lo más importante, sanear las cuentas y acabar con el déficit que arrastraba la RAH. También se está impulsando la creación de una red de amigos de la Academia y quiere fomentar las exposiciones, "ya que contamos con unos fondos estupendos". Entre ellos destacan los 600.000 volúmenes que componen su biblioteca.
También destaca la historiadora el ímprobo trabajo que hay detrás del Diccionario Biográfico Español, que solo ha llamado la atención de los medios por la polémica entrada de Francisco Franco, en la que su compañero Luis Suárez definía su régimen como "autoritario" y no dictatorial. "Es una pena que solo se haya hablado de eso, porque solo representa el 0,4% de toda la obra y en otras entradas sí que se utiliza la palabra dictadura para definir el franquismo", lamenta Iglesias.
Al hilo de la actualidad, irrumpe el galeón San José en la conversación de Iglesias con un grupo de periodistas minutos antes de recoger el Antonio de Sancha. "Es un asunto jurídico más que histórico, pero en el caso de la fragata Mercedes [que se resolvió a favor de España] fue indispensable la labor de nuestro colega Hugo O'Donnell, que encontró unos documentos que fueron clave para el juicio".
El coloquio ya no abandona la actualidad. A menos de dos semanas de las elecciones del 20-D, Iglesias valora positivamente "el afán de regeneración" que protagoniza el ambiente político e invita a todo el mundo a acudir el domingo a la investidura como académico de la Historia de Juan Pablo Fusi. "En su discurso de ingreso hablará precisamente de cómo la democracia se recuperó en parte gracias a la cultura", avanza. Quizá los libros, además de ser indispensables, sí que pueden combatir la barbarie.
@FDQuijano