Italia ha recuperado parte de su historia. Estados Unidos ha devuelto al país la carta en la que Cristóbal Colón anunciaba a los Reyes Católicos el descubrimiento del Nuevo Mundo. Un documento histórico en el que el navegante describe el hallazgo de lo que creía eran las Indias. La misiva fue robada de la Biblioteca Riccardiana de Florencia y permanecía expuesta en la Biblioteca del Congreso Norteamericano desde 2004. Entre un momento y otro de la historia, un viaje, en parte misterioso, que solo ahora se ha logrado reconstruir casi por completo.
Contar la aventura hoy ha sido posible gracias a la investigación de cuatro años de la Unidad de los Carabineros para la Protección del Patrimonio Cultural y la seguridad estadounidense que alertó de la presencias de cartas de Colón falsificadas. Pero la historia se remonta a 1493 cuando el descubridor escribe una suerte de diario de a bordo en el que informa a los patrocinadores de su viaje, eso es, a los monarcas españoles, del viaje, problemas y pueblos, la flora, la fauna del lugar, sus primeras impresiones… La carta se tradujo al latín y de aquel documento de ocho páginas se mandaron imprimir casi una veintena de copias, una de las cuales se encontraba en Florencia.
Aunque la fecha es difícil de determinar, es posible que en los años 50 del pasado siglo y durante un préstamo de la misma a la Biblioteca Nacional de Roma (según los cabos que ahora ha podido atar el director de la Riccardiana, Fulvio Stacchetti) el documento fuera sustraído y reemplazado por una falsificación casi perfecta, realizada con fotografías modernas impresas en papel antiguo. Un copia tan buena que ni expertos ni autoridades notaron hasta 2012.
Suiza, 1990. Aparece la misiva original que había sido vendida a un coleccionista de libros raros y adquirida en 1992 en una subasta de Christie's en Nueva York por 400.000 euros (Italia cifra ahora su valor en un millón de euros). Una compra en principio legítima ya que ni vendedor ni comprador parecían saber nada de su pasado, aunque la investigación en este punto sigue abierta. Y de ahí a la donación en 2004 a la Biblioteca del Congreso estadounidense hay solo un paso.
Las sospechas y la investigación comienzan en 2012 cuando los carabinieri italianos, alertados por una denuncia de la Biblioteca Nacional de Roma, comienzan a investigar. Una segunda copia de la carta presuntamente falsificada llevó a la policía italiana hasta la de la Biblioteca Riccardiana, también falsa. Gracias a la investigación conjunta con la seguridad estadounidense se pudo determinar que las copias habían sido hechas a raíz de la auténtica, la de la Biblioteca del Congreso, que luce encuadernada junto a otros documentos. "Quinientos años después, hizo el mismo viaje redondo (que Colón)", ha dicho el ministro de Cultura de Italia, Dario Franceschini, durante la rueda de prensa en Roma en la cual anunciaron el regreso de la carta.