Juan Eslava Galán

"A veces, los bomberos tienen que desatascar las fuentes del Guadalquivir porque se atoran de los versos que arrastran sus aguas". Con esta cita, el escritor Juan Eslava Galán (Arjona, 1948) ha iniciado la presentación de su libro Viaje por el Guadalquivir y su historia (La Esfera de los Libros) en las entrañas del Molino de Martos en Córdoba, uno de los escenarios protagonista de la novela.



Con casi ochenta publicaciones a sus espaldas, el autor de Misterioso asesinato en casa de Cervantes (Premio Primavera de Novela) tenía una cita pendiente con el río. Procedente de Jaén, vinculado a Córdoba y residente en Sevilla durante 27 años, no ha podido eludir su compromiso con la historia de Andalucía, la cual, "no se puede entender sin el Guadalquivir", cuyas aguas, como viajero aficionado, ha recorrido. Un río que, junto al Danubio y el Rin, han configurado la historia cultural de Europa y que él califica, sobre todo, como un caudal trabajador: "Ya desde la época prehistórica bajaban por sus aguas metales que llegaban a Oriente Próximo, pero también alimentos, madera... creo que los ríos son ejes culturales y económicos, y que la historia se explica en gran medida a través de ellos", ha explicado.



El último libro de Eslava Galán es un ensayo novelado que invita al lector a sumergirse en lo más profundo de la historia del Guadalquivir, acompañado por un viajero que queda personificado en la figura del escritor. "He querido reflejar toda la historia que arrastra el río de una forma ligera y divertida a través de este personaje, que inicia el viaje descendiendo a lo largo de los 600 km que posee mientras se encuentra, a lo largo del camino, con personas que le amenizan el recorrido contando anécdotas siempre salpimentadas con humor, hasta llegar, no sin cierta nostalgia, a Sanlúcar", ha relatado el novelista.



Así, a lo largo de sus 360 páginas se suceden tres milenios de historia en torno al Guadalquivir, mientras se forjaban tres épocas en las que sus aguas fueron absolutas protagonistas: el Imperio Romano, el Califato Cordobés y la Sevilla cosmopolita del prerrenacimiento. Es por ello por lo que el escritor retrata con especial cariño la ciudad de Córdoba pues es "quizás la que mejor ha entendido al río", ha dicho. La sucesión de molinos, el alcázar, la mezquita... una postal idílica que "no sólo supone una estampa para el más romántico sino el reflejo de la convivencia de una ciudad y su río". Un río que, aunque ahora domado, en su día aterrorizaba por las fuertes crecidas. "En cierta medida, las ciudades han vivido de espaldas a él. Un afluente que, por un lado, alimentaba y por otro amenazaba; había que mantenerse un poco al margen".



Las culturas del río

Para Eslava Galán, el Guadalquivir nos ha traído fascinantes culturas que se remontan a la enigmática Tarteso, que describe más como una leyenda que como una realidad: "Lo único que sabemos con seguridad es que el río Tarsis era el Guadalquivir, pero no tenemos constancia de que existiera una capital llamada como tal". Y subraya otras tres culturas muy ligadas a estas aguas: la romana, procedente de la provincia Bética, cuyos emperadores enviaban a las tropas que se jubilaban para fomentar el cruce con la población autóctona, y motivo por el cual disponemos después de una sociedad hispano romana; la Córdoba del califato, "una ciudad que fascinaba, luminosa entre la oscura Europa de la Edad Media"; y, finalmente, la cultura que surge en Sevilla, causa del intenso comercio de los alemanes y genoveses que se establecían allí y que hacían de ella una ciudad cultural y económica junto con Constantinopla y otras pocas del entorno europeo.



Así terminaba la presentación que acogía la ciudad de Córdoba como protagonista indiscutible de este ensayo-novela en la que el escritor no ha renunciado a sus recursos literarios y ha convertido Viaje por el Guadalquivir y su historia no en una simple guía de viajes, sino en su guía personal.