Viñetas de Glenn Gould. Una vida a contratiempo, de Sandrine Revel
Aquí puedes leer y descargar un fragmento de Glenn Gould. Una vida a contratiempo
Sus murmullos pueden oírse incluso en sus dos míticas grabaciones de las Variaciones Goldberg, la de 1955 y la de 1981. "Soy incapaz de cambiar mi forma de tocar el piano. ¡Tendrán que aceptarme como soy o rechazarme!", le dice Gould a su madre en la novela gráfica sobre su vida que ha realizado la autora francesa Sandrine Ravel, Glenn Gould. Una vida a contratiempo, que publica en España Astiberri el próximo 8 de julio.
Y vaya si le aceptaron. Glenn Gould se convirtió en un fenómeno en Norteamérica y más tarde en todo el mundo, incluso al otro lado del telón de acero, donde los intérpretes occidentales lo tenían más complicado.
Pero Gould no disfrutaba dando conciertos, así que dejó de tocar en público en 1964, cuando era toda una estrella mundial. "¿Dónde está el placer de tocar para un público que espera secretamente la nota discordante?", dice el músico en otro momento de un cómic que resume la biografía y el carácter de Gould a partir de hechos reales y sugerentes escenas oníricas que muestran sus anhelos y sus demonios. "Para este álbum sentí que tenía que probar cosas nuevas desde el punto de vista narrativo. Esto me permitió componer una música interior que revela el carácter único de Glenn Gould. Es difícil capturar un arte como la música a través de un medio mudo como la historieta, así que concentré mi atención en los gestos del maestro, en su sensibilidad exacerbada, en la relación que mantuvo con la música desde una edad muy temprana y en su práctica extremadamente analítica y precisa", explica Revel a El Cultural.
Viñetas de Glenn Gould. Una vida a contratiempo, de Sandrine Revel
Cuando se cansó de dar conciertos, Gould encontró su santuario particular en el estudio de grabación, donde podía arriesgar más al poder repetir la ejecución de una obra las veces que hiciera falta. Porque, como nos recordaba hace unos días el pianista James Rhodes, Gould decía que al interpretar una pieza había que intentar siempre decir algo nuevo.Revel descubrió a Gould cuando empezó a tocar el piano, hace 20 años. "Me sedujo de inmediato por su carácter, por su forma de tocar, sus extravagancias, su soledad, su libertad, su genio.... Todo un personaje de tebeo". Desde entonces quiso contar su vida en viñetas pero fue aplazando el proyecto hasta que, ante la avalancha de historietas biográficas de los últimos años, se puso manos a la obra por miedo a que alguien se le adelantara.
Una importante fuente de inspiración para Revel ha sido la película 32 short films about Glenn Gould (1993), de François Girard. Experimental y fragmentaria como su cómic, esta película imita la estructura de las célebres Variaciones Goldberg: un aria inicial, un aria final y, en medio, 30 variaciones que retratan al genio desde diferentes ángulos a base de dramatizaciones y de entrevistas con personajes cercanos a él.
Más allá del influjo de esta película, la autora se ha documentado exhaustivamente: "He leído un montón de biografías, he visto muchos documentales, he escuchado sus obras. He visitado varias veces la Fundación Glenn Gould en Toronto, he hablado con académicos, músicos y actores que trabajaron en el fenómeno de Glenn Gould. He seguido sus pasos y he visitado los lugares marcados por su presencia: su chalet, la casa de su infancia, el edificio en el que vivió, el estudio CCN y otros lugares frecuentados por él. Con todo ello busqué una conexión, una manera de encontrarme con él. Esto sonará extraño, pero tengo la sensación de haberlo conseguido".
Solitario hasta el final de su vida (solo tuvo una relación conocida que duró unos cuantos años), Gould murió dos días después de su 50.° cumpleaños debido a un derrame cerebral. Gracias a su obsesión por el estudio, hoy podemos escuchar su extensa discografía, que abarca más de medio centenar de grabaciones, que han sido remasterizadas en su totalidad en 2015 y comercializadas por Sony en formato coleccionista con 81 discos.
@FDQuijano