Pedro Ugarte. Foto: Laura López

De la vida de un hombre cualquiera, hoy, en una gran ciudad del norte de España, aunque bien podría ser del centro, del este, o del sur. De los afanes secretos de este hombre que, en algunos de los diez relatos del volumen, responde al nombre de Jorge cuando se identifica o le identifican. De este individuo que, en su nombre y siempre en primera persona, desnuda preocupaciones e inseguridades propias componiendo una muestra de los miedos, desazones e inquietudes colectivas.



De todo esto trata el último empeño del escritor Pedro Ugarte (Bilbao, 1963). De ahí el título (Nuestra historia), y supeditado a él variaciones sobre un único tema: la lucha del hombre moderno frente a los "imponderables" de un tiempo hostil. Lucha interna, cuando se trata de enfrentarse a fantasmas que asoman la cabeza y amenazan con desbaratar el andamiaje emocional del individuo (la vida en pareja, los amigos de entonces, las necesidades de los hijos que crecen, las de los padres que se hacen mayores...), y lucha externa: inestabilidad económica, competitividad en el mundo laboral, precariedad en el empleo...



Ese narrador sirve de hilván interno a un conjunto de desigual interés cuyo mayor acierto está en aquellos relatos por los que, junto a las consabidas formas de buen narrador de Ugarte (domina el ritmo, maneja la tensión narrativa, sorprende en los finales), asoman humor y ternura, ingredientes nada fáciles de combinar sin caer en fórmulas previsibles. Y en este sentido merece atención "El hombre del cartapacio", divertida carrera de penurias que llevan al absurdo las acciones del empleado espoleado por el afán competitivo fomentado en su empresa.



Muy logrado también el titulado "Enanos en el jardín", dominado por un enfoque irónico inquietante, aunque en esencia es el clásico relato de la pareja que busca redimir pasiones dormidas refugiándose en una isla donde no será tan fácil reencontrar lo que buscan. "Voy a hacer una llamada" juega con el perfil del viejo amigo a quien no hay favor que se le resista. Y "Vida de mi padre" rinde tributo al "viejo demente" cuya memoria gira obstinada sobre un único recuerdo. Entre todos componen un cuadro realista de las vicisitudes de ese hombre, Jorge, que, como tantos, quiere ser feliz, pero no cree en la felicidad o cree que está siempre lejos.