Ilustración de Pat Andrea para la edición de Alicia en el país de las maravillas | A través del espejo (Lewis Carroll), publicada por Libros del Zorro Rojo
La ilustración de textos clásicos de la literatura produce obras bajo un nuevo enfoque en las que se mezclan pasado y presente, convirtiéndose en objetos singulares especialmente atractivos para regalar y para el público joven.
Si bien todo texto es susceptible de ilustrarse, las editoriales tienen que llevar a cabo una criba para encontrar aquellas obras que consideren especialmente idóneas para este formato. Uno de los criterios a seguir es la búsqueda de distinción: "Procuramos buscar clásicos de los que no existan incontables ediciones, o, precisamente porque existen muchas ediciones del título optamos por ilustrarlo para distinguirlo", señala Claudio López de Lamadrid, director editorial de Literatura Random House, que ha publicado recientemente ediciones de El rey Lear (William Shakespeare), con ilustraciones Tià Zanoguera, y de Industrias y andanzas de Alfanhuí (Rafael Sánchez Ferlosio), ilustrada por Asen Stareishinski. El gusto personal también tiene cabida en esta selección, el editor de Sexto Piso Santiago Tobón indica que en su editorial tratan de "publicar libros que nos entusiasman y que creemos que, así como a nosotros nos generan cierta fascinación, confiamos en que haya otros lectores que se parezcan a nosotros y suceda lo mismo", un criterio que han aplicado con La Venus de las pieles (Leopold Von Sacher Masoch) y Las aventuras de Huckleberry Finn (Mark Twain), dos de sus últimas publicaciones ilustradas por Manuel Marsol y Pablo Auladell, respectivamente.
Desde la editorial Valdemar, el editor Juan Luis González Caballero afirma que, en la búsqueda de clásicos para ilustrar, apuntan hacia un sector de lectores mayoritario "más allá del público aficionado a la literatura fantástica y de terror, línea principal de nuestro catálogo, dado que las ediciones ilustradas suelen alcanzar una mayor difusión". Carmilla y otros relatos de mujeres vampiro (Varios Autores) y El castillo de los Cárpatos (Julio Verne) son los últimos lanzamientos ilustrados de la editorial, para cuya selección también han tenido en cuenta, como señala Caballero, la capacidad de sus historias para estimular la imaginación de los ilustradores, Alejandro Colucci y Santiago Caruso respectivamente."Porque existen muchas ediciones del título optamos por ilustrarlo para distinguirlo" señala López de Lamadrid
Y es que el ilustrador tiene la responsabilidad de plasmar en imágenes un relato numerosas veces imaginado por los lectores a través de la palabra escrita, por lo que "las escenas a representar, por un lado, han de complementar la trama, pero por otro han de ser atractivas por sí mismas y luego, a su vez, han de integrarse perfectamente con la historia", explica José Antonio López, editor de Ediciones Traspiés e ilustrador de Sueños de invierno (F. Scott Fitzgerald), una de sus últimas obras publicadas. Una labor que, en palabras de Fernando Diego García, director editorial de Libros del Zorro Rojo, da como resultado "interpretaciones gráficas contemporáneas que surgen del deseo de actualizar la vigencia de estos textos clásicos", como es el caso de dos de sus obras recientemente editadas, Desayuno en Tiffany's (Truman Capote), ilustrada por Karen Klassen, y la edición doble de Alicia en el país de las maravillas (Lewis Carroll) y su secuela A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (también de Carroll), ilustrada por Pat Andrea.
Ilustración de Alejandro Colucci para Carmilla y otros relatos de mujeres vampiro, publicado por Valdemar
En estos casos, artistas contemporáneos han plasmado su visión de historias clásicas, lo que supone, para el editor de Libros del Zorro Rojo, "un diálogo entre el ayer y el hoy, un diálogo con lo clásico leído a la luz (y sombra) de los elementos contemporáneos". Pero, además de esta revisión del pasado desde el presente, también se rescatan obras clásicas ya ilustradas, es el caso de La guerra de los mundos (H. G. Wells), que Libros el Zorro Rojo recupera en su edición publicada por primera y última vez en 1906 con ilustraciones de Henrique Alvim Corrêa. Una edición histórica inédita en habla hispana hasta la fecha con la que se pretende "la revalorización, a través de la recuperación íntegra y sin intermediación, de insignes ediciones de grandes casas editoriales", explica el editor.Navidades ilustradas
Sobre la cuestión de si se venden más los libros clásicos con ilustraciones que aquellos que carecen de ellas, desde Ediciones Traspiés y Nórdica Libros afirman que es su caso, pero el resto de editores entrevistados no lo tiene tan claro. Lamadrid señala el aumento de precio respecto a la obra sin ilustrar como causa principal de que se vendan menos que éstas, y afirma que las obras ilustradas "se venden en ocasiones especiales, a modo de regalo, por ejemplo, pero tienen la ventaja de que se venden de manera constante y continuada". Por su parte, Tobón indica que se trata de ediciones con un propósito diferente a las no ilustradas, ya que "hay una intención mayor de perdurabilidad y unos guiños a cierto tipo de lectores". A éste tipo, que incluye lectores interesados en el autor o la obra clásica, "se suma el público amante de los libros ilustrados, los seguidores del ilustrador en cuestión, e incluso un público más casual que busca una obra bien editada como un bello objeto de regalo", afirma González.La idoneidad de los clásicos ilustrados como regalo hace que sus ventas aumenten durante el periodo navideño, como indican la mayoría de los editores entrevistados, a ello contribuye que "el libro ilustrado suele ser un libro mejor acabado, tanto en el diseño como en los materiales empleados", afirma López. Se trata de encontrar un regalo único, pero con la infalibilidad de una obra clásica: "Cuando alguien busca regalar un clásico, intenta también que su regalo sea más diferenciado o personalizado", señala Tobón. Además, su elevado precio respecto a libros sin ilustrar se pasa más frecuentemente por alto en estas fechas: "El comprador busca agradar a alguien y no repara tanto en el bolsillo, incluso aunque sea para él mismo", explica González.
Ilustración de Manuel Marsol para La Venus de las pieles (Leopold Von Sacher Masoch), publicado por Sexto Piso
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