Cuando Tutankhamón llegó a Madrid
Howard Carter limpiando los ungüentos que estaban pegados al tercer ataúd de Tutankhamón
Myriam Seco y Javier Martínez presentan su ensayo Tutankhamón en España, Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2017, donde constatan la repercusión de las visitas del egiptólogo a nuestro país y la figura determinante del duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart, en este acontecimiento.
Con el subtítulo Howard Carter, el duque de Alba y las conferencias de Madrid, el ensayo, de carácter divulgativo, es el resultado de varios años de "trabajo satisfactorio", según confiesa Seco, para quien resultó verdaderamente emocionante la lectura de algunas de sus cartas. Como Carter, añade, "somos arqueólogos, sabemos lo que es excavar, sacar esas piezas cuando tenemos el templo y debajo del templo todo lleno de tumbas que acceden a su vez a cámaras funerarias llenas de material".
En este sentido, además del capítulo dedicado a las maldiciones, la presentación de personajes y una parte más documental con epístolas, documentos y transcripciones de las conferencias del arqueólogo en Madrid; Hernández admite que, en el caso de Carter, lo interesante es que se trata de "un Howard Carter anterior al descubrimiento de Tutankhamón, que no lo tuvo fácil y cuya perseverancia dio sus frutos".
Mientras que, por su parte, ambos arqueólogos, reconocidos internacionalmente por su trabajo en la excavación del templo de Tutmosis III en Luxor, coinciden en reivindicar desde el punto de vista histórico y como impulsor de la egiptología en nuestro país la figura del duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart, con quien Carter estableció una íntima relación de amistad, afirmando que fue "un gran descubrimiento la extraordinaria dimensión que había logrado alcanzar. Era una persona muy culta, no solo aficionada a Egipto y a la egiptología, sino también al arte y a la cultural en general", señala Seco al respecto.
No obstante, la guerra civil paralizó aquel auge cultural, lo que situó a España en un segundo plano nuevamente. Si bien, aunque la egiptología "desde el año 2000 hasta ahora ha experimentado una gran evolución", según indica la arqueóloga, con una cantidad de ocho o nueve proyectos españoles en Egipto, "las principales excavaciones españolas están financiadas por empresas privadas", al contrario de lo que ocurre en otros países como Francia o Alemania. "España es de los pocos países europeos que no tienen una licenciatura en egiptología", denuncia al respecto Hernández, quien concluye que "curiosamente en nuestro país tiene más peso el trabajo de campo en Egipto que su presencia en la universidad".
@mailouti