La rendición de Breda (Velázquez, 1634)

El nombre de Ambrosio Spinola puede no ser demasiado conocido a pie de calle. Puede que algunos lo ubiquen como uno de los que aparecen representados en La rendición de Breda, el famoso cuadro de Velázquez que se encuentra en el Museo del Prado. Sin embargo, pocos sabrán demasiado de su figura, a pesar de que es, sin lugar a dudas, una de las más importantes del Siglo de Oro español. Ese hueco es el que se ha propuesto llenar José Ignacio Benavides (Madrid, 1941), diplomático y escritor español que publica ahora Spinola, capitán general de los tercios (La Esfera de los Libros).



El autor ha señalado que es consciente del riesgo que implica publicar libros como éste en los días que corren. "En España se lee poco, y de Historia todavía menos. La Historia es algo que interesa poco, que se ha olvidado", y se muestra alarmado ante la falta general de conocimiento e interés por conocerla. A pesar de que ha publicado ya varios libros sobre la historia de España en los Paises Bajos católicos durante el siglo XVII, no se considera un historiador, sino un diplomático aficionado al estudio.



Una de las razones principales por las que, tras jubilarse, decidió dedicar su tiempo a la escritura fue (además de la necesidad de no estar parado), su convicción de que "ya va siendo hora de que seamos nosotros quienes mostremos nuestra historia, y no los extranjeros", a pesar de su admiración por John Elliott. Así, reivindicar nuestro pasado, con la esperanza de que poco a poco se vaya superando esa leyenda negra ("que ya sólo se creen los españoles") ha sido su principal impulso durante los tres años que ha pasado sumergido en los archivos, entre mares de papeles, legajos y cartas que ha ido desenmarañando poco a poco, un proceso arduo e intenso que ha conseguido llevar a buen término.



Ha elegido elaborar una biografía porque "para conocer la Historia de un país, hay que leer las vidas de sus gentes, de quienes hicieron algo bueno por él, y también de quienes hicieron algo malo". No es este el caso de Spinola, un hombre que luchó y vivió por la Corona de España, empeñándolo todo al servicio de los reyes Felipe III y Felipe IV. Pero advierte Benavides que escribir sobre un personaje concreto implica ciertos peligros: en primer lugar, existe el riesgo de "dejarse absorber demasiado por el personaje, por lo que hay que luchar para que no sea él quien dirija la escritura"; y, por otro lado, "es importante no sacar al personaje de su contexto, entender que, cuando Spinola vivía, se pensaba de una forma diferente, se actuaba según otros principios, "incluso la lengua era distinta".



Spinola, figura clave

La elección del personaje es, en cierto modo, resultado de su anterior libro, El Archiduque Alberto y Felipe III. Una soberanía sobre tutela (2014). "Spinola es la otra cara de la moneda", el hombre de confianza que Felipe III eligió para menoscabar el poder del Archiduque, cuñado del rey, a quien no apreciaba en absoluto y sólo toleraba a causa de su hermana, la infanta Isabel Clara Eugenia. Spinola era un rico banquero genovés que, sin que estén muy claras las razones, "abandonó a su familia y su vida acomodada como miembro de una de las principales familias italianas para ir a Flandes por el Camino Español y convertirse en el general del rey".



Además, hay un giro psicológico en Spinola que llamó especialmente la atención de Benavides y que ha intentado explicar en su libro. Tras la muerte del Archiduque (apenas seis meses después de la de Felipe III), Spinola deja de ser el hombre de confianza de la Corona española para erigirse en el gran defensor y protector de la infanta frente a Felipe IV y contra el Conde Duque de Olivares. De hecho, esta actitud es la que motivó que fuera destinado a una guerra suicida en Milán, imposible de sufragar con las ruinosas arcas estatales, por lo que, "abandonado por los suyos, sin dinero ni cargos", Spinola murió deshonrado y hundido, tras las numerosas gestas logradas, como las victorias en los sitios de Ostende y Breda.



Pero, a pesar de su historia impresionante, ha quedado relegado al olvido. Casi nadie conoce su vida y su relevancia fundamental, pero no es posible entender el convulso siglo XVII español en Flandes sin la presencia de Ambrosio Spinola. Así, el libro de Benavides llega con la intención de sacar a la luz esa "figura magnífica, un hombre grande, un noble y genial estratega", para resolver una injusticia histórica, no sólo por el trágico final que se vio obligado a sufrir, sino también por el pequeño lugar que ocupa en la memoria colectiva.