Lee aquí un capítulo de India en construcción, en el que el pensador Amartya Sen reflexiona sobre el legado del Nobel RabindranathTagore

Amartya Sen, economista y pensador de relevante influencia internacional, nació en la región de Bengala, India, en 1933. Tras estudiar en su país en Santiniketan y en el Presidency College de Calcuta, se trasladó a Gran Bretaña, donde se doctoró en el Trinity College de la Universidad de Cambridge. Como docente, fue profesor en las universidades de Calcuta, Delhi, Oxford, Cambridge, London School of Economics y Harvard; en esta última institución enseñó Economía y Filosofía. Sus investigaciones han descollado en una gran variedad de campos, como la teoría económica, la filosofía ética y política, la economía del bienestar y del desarrollo, la salud pública, los factores subyacentes a la pobreza y las hambrunas y los estudios de género. Es, además, un apasionado de la lengua sánscrita y de los textos clásicos de India. Premio Nobel de Economía en 1998, para Sen el eje de la economía es el ser humano y las posibilidades concretas de desarrollo de sus capacidades que se le brinde, en un marco de justicia social. Sus libros y artículos son innumerables. Baste con citar unos pocos: Desarrollo y libertad (1999), Pobreza y hambruna: Un ensayo sobre el derecho y la privación (1981), La argumentación india (2005), Nuevo examen de la desigualdad (1992), La idea de justicia (2009) e Identidad y violencia (2007). Si en Una gloria incierta. India y sus contradicciones (2014), junto al economista belga Jean Drèze (1959), analizaba los éxitos y los fracasos del país desde su independencia, en 1947, en India en construcción describe muchas de las luces y sombras que caracterizan al multifacético país asiático. India cuenta, por ejemplo, con una pléyade de científicos, matemáticos y expertos en informática de primer nivel internacional, pero la tercera parte de su población es analfabeta. El desarrollo de su economía fue vertiginoso en los últimos tiempos, pero las desigualdades sociales permanecen: se ha terminado con las hambrunas, pero no con el hambre endémica; la pobreza es brutal, y el acceso a la educación y a la medicina es casi imposible para las clases más desfavorecidas. Pero Sen está convencido de que India posee los recursos necesarios para superar estos flagelos.

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