Image: Clare Mackintosh, el giro argumental por bandera

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Letras

Clare Mackintosh, el giro argumental por bandera

27 julio, 2018 02:00

Clare Mackintosh

Madre antes que escritora, y policía antes de convertirse en madre, Clare Mackintosh presenta su tercera novela, Si te miento, editada por Debolsillo. La escritora mantuvo una conversación con El Cultural, en la que habló de su literatura, su vida personal y su polivalente trayectoria profesional.

En 2016, una todavía desconocida autora británica sorprendía al mundo con Te dejé ir, una novela que, tras disfrutar de una gran acogida por parte del público, llegaría a alzarse con el Theakston's Old Peculier a la mejor novela policíaca del año. La mera consecución de tal galardón ya constituiría por sí mismo algo digno de admiración, pero no hay más que dirigir un vistazo a la lista de autores que sucumbieron a su trabajo para caer en la cuenta de que no estábamos ante una novela más: Clare Mackintosh, con su primera incursión en el mundo de la novela criminal, había superado a la mismísima J. K. Rowling, la archiconocida creadora del coloso editorial que fue Harry Potter. En cualquier caso, no es el aclamado éxito entre crítica y público lo que más identifica a la autora británica. Tampoco lo es su pasado en el cuerpo de policía. Lo que más enorgullece a Clare Mackintosh es su maternidad.

Pregunta.- En Si te miento, la relación materno-filial que aparece entre los personajes de Anna y Caroline Johnson, así como entre la propia Anna y su hija Ella, ¿está basada en sus vivencias personales o simplemente se trata de un ejercicio de imaginación?
Respuesta.- Me interesan mucho las relaciones entre madre e hija. Cuando tuve hijos, sobre todo cuando tuve una hija, de repente vi a mi madre de una manera completamente diferente, y me di cuenta de que todas las cosas que yo estaba sintiendo ella también las había sentido en su momento cuando me tuvo a mí. Así que quería escribir sobre un personaje que estuviera pasando por ese mismo proceso mental que estaba atravesando yo.

P.- En ese mismo sentido, lo que caracteriza a Jenna Gray (Te dejé ir) y a Anna Johnson (Si te miento) es precisamente su maternidad. ¿Cuánto hay de Clare Mackintosh en ellas?
R.- Debe de haber algo de mí en ellas, sin ninguna duda. Aunque la verdad es que no sabría decirte en concreto el qué. En cualquier caso, no es algo que me hubiera planteado conscientemente escribir, pero creo que sí debe de haber mucho de mí en mis personajes que son madres. Cuando escribo sobre maternidad, escribo mucho de mí y sobre mí.

Cuando en el año 2011 Mackintosh decidió entregar su placa para dedicarse por completo al cuidado y atención de sus tres hijos, jamás había imaginado la posibilidad de alcanzar tamaño éxito con la publicación de sus novelas. Unas novelas en las que su experiencia en el cuerpo de policía no puede pasar desapercibida. Sin ir más lejos, su primera novela, Te dejé ir, abre con un episodio de atropello y fuga basado en eventos reales, en los que un niño había fallecido "sin que el crimen nunca llegara a ser resuelto". Ella misma lo ha confirmado en varias ocasiones con pesar, por más que "no formara parte activa en la investigación".

P.- La inclusión de tal desgracia en su obra, ¿puede verse como su modo particular de "archivar el caso" o es un ejemplo más de inspiración procedente de su experiencia como policía?
R.- No tenía un deseo de cerrar el caso, de ninguna manera. Aunque, desde luego, me afectó. Desencadenó muchas preguntas en mi mente: ¿qué habría sucedido si hubieran capturado al conductor?, ¿qué habría sentido ese conductor al cabo de los años?, ¿cómo se siente una madre?, ¿cómo supera la pérdida de un hijo en una situación tan horrorosa? Eso era sobre lo que quería escribir realmente. Lo que me interesaba de este caso no era el crimen que habían cometido sino el efecto que supone sobre los miembros de la familia. Eso era lo que quería explorar.

Graduada en Francés y Administración por la Royal Holloway University en Surrey, Inglaterra, Clare Mackintosh decidió incorporarse a la policía "tras un año trabajando en París como secretaria bilingüe para una empresa de comerciales", como parte del ciclo formativo de su carrera. Nada más graduarse, fue destinada a Chipping Norton, en Oxfordshire, Inglaterra, donde ejerció como sargento, para posteriormente ser ascendida a inspectora. En 2011, decidió entregar la chapa y el arma de forma definitiva, con el fin de "poder pasar más tiempo con sus hijos".

P.- Antes de incorporarse al cuerpo de policía, trabajó durante un año en Francia como secretaria. ¿Qué le condujo a tomar una decisión laboral tan drástica?
R.- Ya en el primer año de universidad había tenido una pequeña crisis con este tema: yo no quería tener un trabajo que sólo girara en torno a la idea de hacer dinero. Quería dedicarme a algo que marcara la diferencia. Aunque, en realidad, siendo sincera, mi ingreso en el cuerpo de policía fue por accidente. Yo creía que iba a regresar a Francia después de graduarme, donde continuaría trabajando en el sector de la propiedad comercial, pero en el último año de carrera, en una ocasión me adentré por error en el aula equivocada, donde yo pensaba que estaba teniendo lugar una de las típicas charlas de orientación hacia el final de los estudios. En vez de ello, me encontré en medio de un discurso por parte de varios oficiales de policía que exponían diferentes carreras en el entorno policial. Eso capturó totalmente mi atención. Me parecía un trabajo realmente inteligente, un lugar donde poder poner en práctica mi cerebro y mi cuerpo, y ayudar a la gente. Así que me incorporé a la policía, y me encantó, además.

P.- ¿Y qué la hizo abandonar después de tantos años una carrera policial, tan de su agrado, para dedicarse en exclusiva a la literatura?
R.- Sí, bueno. Puedes ver que todas mis decisiones suceden por accidente (ríe). Pero espero aferrarme de una vez por todas a esta nueva oportunidad. Siempre he querido escribir, siempre he querido ser autora, pero lo hacía para mí y nunca pensé que pudiera llegar a dedicarme a ello a nivel profesional, como un trabajo de verdad. Aunque sí que sabía que podía hacerlo. Me resultaba fácil. De todos modos, decidí dejar el cuerpo de policía para poder pasar más tiempo con mis hijos cuando aún eran pequeños. Una vez en casa, comencé a escribir para las páginas web de negocios, para redes sociales... cualquier cosa que me aportara dinero. Empecé a abordar mi primera novela y tuve mucha suerte porque ha tenido mucho éxito, de modo que ahora me puedo quedar en casa y escribir. Ser, a tiempo completo, escritora de novelas.

Desde entonces, Mackintosh se dedica a la literatura, tanto como autora de novelas policíacas como desde el periodismo freelance en la redacción web de varias publicaciones anglosajonas. Su obra narrativa sobresale, y de un modo muy característico, por la presencia de múltiples y desconcertantes golpes argumentales que logran mantener en vilo al lector durante toda la historia, así como por unos personajes bien estudiados y psicológicamente muy desarrollados.

P.- ¿Proceden estos giros argumentales de la improvisación o forman parte de una estructura narrativa preconcebida?
R.- Por lo general, están planificados. El descomunal giro en la trama de Te dejé ir llegó antes incluso que la misma historia. Quería ver si podía escribir la novela a partir de ese mismo hito argumental. Y resultó que sí. Y me encanta. Me encantan los giros en la trama, me encanta el reto intelectual de conseguir que encajen en la historia, su nivel de detalle, el nivel de lingüística forense necesario para que funcione. Por ejemplo, en Te dejé ir, hay un párrafo en mitad del libro donde una coma es lo que marca la diferencia entre que el giro funcione en la trama y que no lo haga, y eso es muy emocionante para mí. Es como un secreto que sólo yo sé, que el lector desconoce.

P.- La historia de la narrativa policíaca se muestra repleta de sagas de novelas en las que los mismos detectives resuelven diferentes crímenes: Agatha Christie y su Hércules Poirot, Doyle y su Sherlock Holmes, Raymond Chandler y su Philip Marlowe, Edgar Allan Poe y su Auguste Dupin... ¿No se anima a crear su propio detective?
R.- Creo que es un auténtico arte escribir una serie porque no solamente tienes que tener un arco narrativo para el libro en concreto, sino un arco narrativo mucho más amplio, que cubre un montón de libros, y para planificarlo y tenerlo todo en la cabeza lo complica mucho. Lo cierto, además, es que todavía no he creado ningún personaje con el que quiera pasar tanto tiempo.