Juan Domingo Aguilar
La poesía de Juan Domingo Aguilar (Jaén, 1993) templa un acero de fragilidad y fiereza, con un ritmo de sangre orquestado con rabia desde la melancolía de vivir. La chica de amarillo es un regreso a las ruinas de un fracaso sentimental, desde un punto de vista masculino que no oculta su sombra vulnerable y la sabe acoger, porque "antes del verano abrazarte en Granada era suficiente". No transparencia, sino nitidez de fulgor fotográfico entre los escombros de la cotidianeidad abolida."Las bibliotecas son como los tanatorios" o "Siglo XXI" son poemas de clave original y hondura de grieta; "Paternidad", desgarrado y doliente, sorprende por su herida en un hombre joven. Pero a partir del revelador "Primer mundo" nos abrimos a otros horizontes: el dolor abandona su pequeña intimidad biográfica y diluye fronteras. Un gran poema sobre el maltrato es el devastador "Todos los vestidos/ Todas las mujeres". "Escribo sobre lo que conozco", afirma. Poética y verdad, dolor, belleza.
Por error
Dos habitaciones separadasLas paredes transparentes tú y yo
Encontrarnos en un concierto
Por la calle en una foto de Facebook
Un correo electrónico por error un
poema
Por error volver a llamar
por error la vida amigo y mejor que
te acostumbres