Las pesadillas de un artista del siglo XXI
Luis Tulsa
7 septiembre, 2018 02:00Entre pornográfico y carnal, adora a las pelirrojas que ofrecen la llama de Dios al descubrirnos que, en este tiempo, el único artista verdadero es el apaleado. Con su gato de Baudelaire en las noches lisérgicas o en la vieja furgoneta de Charlie por las playas de Mijas, los poetas son seres condenados al noveno círculo de las hamburgueserías. Este Bukowski de la Ciudad Universitaria, tras inventar nuestra soledad, descubre que el poema nos salva de la herida y hace frente al sexo caníbal de la muerte con su esperma lírico de luz.
Gatos
Cuando era niño una vez maté a ungato. [...]
Ahora no le haría eso
ni a un gato ni a un viejo ni a un niño.
Aunque tal vez sí a un crítico.
Tal vez a un crítico ingenioso.
Lo cogería y le cortaría la cabeza,
le rajaría la barriga,
le sacaría las tripas.
Gato, gato, gatea, maúlla. [...]