Adela Cortina
La Asociación de Editores de Madrid ha concedido el Premio Antonio de Sancha, en su XXII edición, a Adela Cortina por su "contribución a reivindicar la necesidad de los valores culturales, además de su presencia en el mundo editorial, académico y periodístico", según ha afirmado hoy el presidente de la asociación, Miguel Barrero.Catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia, Cortina fue la primera mujer que ingresó como miembro en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas desde su fundación en 1857. Premio Internacional de Ensayo Jovellanos en 2007 y Premio Nacional de Ensayo en 2014, entre otros, con este reconocimiento, otorgado con "muchísima unanimidad", se pretende destacar su calidad humana y el buen hacer de su producción editorial desde sus primeras publicaciones como Ética mínima hasta la más reciente, Aporofobia, el rechazo al pobre. "Creemos que el valor de Cortina -subraya Barrero- está en cómo observa, cómo lee y cómo reflexiona de una sociedad cada vez más compleja, confusa y cambiante. Creo que es innegable que es una de las voces y de los referentes esenciales de todos los temas relacionados con la ética".
Un reconocimiento que la autora ha recibido "abrumada" y agradecida "por el prestigio que supone" y por la dedicación que desempeñan los editores. "Ellos hacen de puente entre unos y otros. En un país donde hay escribidores y lectores las cosas funcionan mucho mejor que en los lugares sin libertad de expresión donde existe una carencia de humanidad enorme", ha reflexionado.
El Premio Antonio de Sancha, que se celebra desde 1997 y será otorgado en una ceremonia en noviembre, valora la aportación cultural dentro del fomento y la promoción del libro, donde Cortina ha demostrado, según estima el presidente de la Asociación de Editores de Madrid, "su capacidad de divulgación" con un estilo "claro, sencillo, directo, comprensible y transparente" en una materia como la de la filosofía. Algo a lo que la catedrática se ha referido al recordar que existe "un lenguaje enormemente oscuro que nos impide comunicarnos. En ese sentido todo lo que sea promocionar la escritura y la lectura es fundamental".
Durante el acto en el que se ha anunciado su premio, Adela Cortina además ha expresado su alegría porque se le haya reconocido por "conceder mucha importancia a la cultura. Creo que es fundamental para que un país siga adelante. Un libro es alimento para una sociedad que no solo tiene que dar trazos y rasgos rápidos a través del WhatsApp, algo que también es fundamental, pero los libros nos dan un reposo necesario".
En este sentido, la filósofa ha incidido en que Internet "nos hace estúpidos". Aunque, aclara, no está en contra, "está comprobado que cada vez tenemos menos capacidad de leer un libro hasta el final y es difícil pensar y argumentar si no se tiene paciencia para ello". Por eso, ha destacado que la promoción de los libros construye "mejores países, más democráticos y pluralistas".
Asignaturas pendientes
Entre las grandes asignaturas éticas pendientes que tenemos en España, Cortina ha situado como vital la inmigración y el refugio. "La buena noticia es que la ciudadanía lo quiere, lo que falta es tratar de organizar jurídicamente toda la acogida y la integración. Hay que hacerlo", ha reflexionado. Desgraciadamente, "los seres humanos tenemos la tendencia de dejar de lado, entre paréntesis todo lo que nos molesta, siempre se ha dejado de lado a aquellos que no tienen nada que ofrecer".En cuanto a la política, la escritora se ha mostrado inflexible. "Deberían esmerarse por pensar en el bien común y los problemas de los ciudadanos y no en ganar votos". Para ella vivimos en una democracia electoralista donde "da la sensación de que siempre estamos en campaña electoral". En este contexto, su lado más negativo ha salido con el tema de Cataluña. "Sinceramente por ahora no veo ninguna salida", ha lamentado Adela Cortina antes de matizar que "en tiempos de globalización todo lo que sea un nacionalismo es un retroceso". Defensora de que el cariño al lugar de origen es compatible con ser española, europea y del mundo, opina que "todos los nacionalismos tienen tinte de aporofobia. Creerse superior es no estar en la realidad. Es más inteligente cooperar que entrar en conflicto".
Además, la autora de ¿Para qué sirve realmente la ética? se ha referido al fenómeno de las fake news. "No creo que el periodismo esté en peor estado que antes pero rogaría encarecidamente que se utilizara la palabra bulo. Los bulos son tan viejos como la humanidad. Han existido a lo largo de toda la historia y además siempre son interesados". Lo que varía ahora, ha matizado, son los medios de difusión. Para combatirlos, propone más lectura. "Eso da un poso necesario. Es muy importante que la ciudadanía sea participativa pero creo que es más importante que sea lúcida".
Otros premiados
Entre los anteriores galardonados con el premio Antonio de Sancha se encuentran personalidades como la directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias, el filósofo y académico Emilio Lledó, el escritor y académico Mario Vargas Llosa, el empresario Germán Sánchez Ruiperez, el periodista Bernard Pivot; el político colombiano y exalcalde de Medellín Sergio Fajardo; el político, jurista y catedrático Gregorio Peces-Barba; la escritora Bárbara Probst Solomon; el exministro de Cultura francés Jack Lang; el expresidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti; el ex director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza; el defensor del pueblo, Enrique Múgica; el escritor y académico Francisco Ayala; la actriz Nuria Espert; el editor Jesús de Polanco, el científico Juan Luis Arsuaga, el poeta y académico Luis Alberto de Cuenca y, recientemente, al filósofo y novelista Fernando Savater.@mailouti