Escritor y crítico literario, Javier Lorenzo Candel (Albacete, 1967) ha publicado ocho libros de versos y ha obtenido prestigiosos premios de poesía. Prologó y editó Preferencias, volumen con artículos de prensa de Antonio Martínez Sarrión.
Apártate del sol, célebre frase atribuida al filósofo cínico Diógenes y destinada al rey Alejandro Magno, contiene cuarenta y cinco poemas. Se inicia con unas palabras de otra eminencia griega: el poeta Arquíloco. Los lugares que se citan en la obra confirman una apuesta por el clasicismo: Esmirna, Roma, El Cairo. Con escritura cuidada, el autor aúna hechos que suceden en puntos geográficos distantes. En sus versos figuran un guerrero, una niña egipcia, mujeres que cantan salmos antiguos y arrojan sábanas negras. O un buey viejo que trabaja obediente para evitar el dolor. Lorenzo Candel lo acecha; quizá la imagen sea la de su futura vejez. Sabe que con el tiempo, el hombre prescinde de la rebeldía y “acaba haciendo surcos sometido tan solo / A su animal conciencia”. Encabezados por números, los poemas expresan un conocimiento sereno. Nos advierten de la imprudencia de atesorar lo superfluo. El texto undécimo es un ejemplo de la filosofía vital del escritor. En él se rechazan la broza y los falsos refugios.
A continuación, el poeta sigue constatando la brevedad de los días, el tumulto, las victorias dudosas. Llegan los triunfadores y un joven transmite su ironía a un amigo. Lo efímero, la desconfianza frente a las banderas, los habitantes necios que encierra cada ser humano o nuestra juventud observada en otros cuerpos son tratados con elegancia. La Naturaleza es descrita con detenimiento. El roquedal, la hojarasca y una lluvia lenta reflejan estados de ánimo de los hombres. Por último, asoma una especie de estoicismo: “Porque el que vive alcanza / También a comprender el peso de su insatisfacción, / Y con él va cargando, para acabar / Bajo la misma tierra que su conocimiento”.
En la contracubierta de Apártate del sol, el poeta suscribe un consejo de Octavio Paz. El Nobel mexicano sugería la conveniencia de “llegar a la modernidad desde la afirmación de la tradición”. Es un objetivo que el poeta ha logrado con notable altura literaria.