La escritora argentina, Mariana Enriquez, se ha alzado hoy con el Premio Herralde de Novela, convocado por la editorial Anagrama con una dotación de 18.000 euros, por su novela Nuestra parte de noche. Una historia que, según el jurado, “desborda las convenciones del género al que se adscribe –cultivado de forma admirable, pletórica de imaginación– para elevarse a la categoría de novela total”.
Así mismo, el jurado compuesto por Lluís Morral, Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos y la editora Silvia Sesé ha querido destacar, en palabras de Villalobos, que “esta novela es una saga y un paseo por esos paisajes interiores que, en algunas madrugadas afortunadas, recorremos en nuestras mejores pesadillas. Continuadora de una tradición que podríamos denominar como “La Gran Novela Latinoamericana”, pertenece a una estirpe de obras tan disímiles, pero igualmente ambiciosas y desmesuradas, como Rayuela, Paradiso, Cien años de soledad o 2666”.
Abierta a grandes temas de la humanidad como “la inmensidad de la relación entre un padre y un hijo, los lazos terribles del amor y de la amistad, la enfermedad como condición de vida, las máscaras del ritual, la verdad atroz de los dioses, la cara oculta de la historia y de la política”, ha señalado Pontón Gijón, Nuestra parte de noche es “un libro a la vez oscuro y deslumbrante”.
Presentada bajo seudónimo Paula Ledesma y el título Mi estrella oscura, en ella Enriquez cuenta la historia de un padre y su hijo, Gaspar, huérfano de madre, que atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil, durante los años de la junta militar, con controles de soldados armados y un ambiente tenso. Como su padre, Gaspar está llamado a ser un médium en una sociedad secreta, la Orden, que contacta con la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante atroces rituales. En ellos es vital disponer de un médium, pero el destino de estos seres dotados de poderes especiales es cruel, porque su desgaste físico y mental es rápido e implacable. Los orígenes de la Orden, regida por la poderosa familia de la madre de Gaspar, quien murió en extrañas circunstancias, se remontan a siglos atrás, cuando el conocimiento de la Oscuridad llegó desde el corazón de África a Inglaterra y desde allí se extendió hasta Argentina.
El lector encontrará en estas páginas casas cuyo interior muta; pasadizos que esconden monstruos inimaginables; rituales con fieros y extáticos sacrificios humanos; andanzas en el Londres psicodélico de los años sesenta, donde la madre de Gaspar conoció a un joven cantante de aire andrógino llamado David; párpados humanos convertidos en fetiches; enigmáticas liturgias sexuales; la relación entre padres e hijos, con la carga de una herencia atroz; y, de fondo, la represión de la dictadura militar, los desaparecidos y, más adelante, la incierta llegada de la democracia, los primeros brotes del sida en Buenos Aires... El terror sobrenatural se entrecruza con terrores muy reales en esta novela perturbadora.
Nacida en Buenos Aires, en 1973, Mariana Enriquez es periodista, subeditora del suplemento Radar del diario Página/12 y docente. Definida por Javier Calvo como “una narradora oscura, minuciosa, terrible y cautivadora”, ha escrito novelas con títulos como Este es el mar, relatos de viajes, perfiles –como La hermana menor, acerca de la escritora Silvina Ocampo– y colecciones de cuentos como Las cosas que perdimos en el fuego o Los peligros de fumar en la cama. Enríquez ha sido publicada además en veinte países y galardonada en 2017 con el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría "Literatura en lengua castellana".
Con su novela, la escritora se ha impuesto a las 680 obras presentadas a esta 37ª convocatoria del Premio Herralde de Novela. Entre las novelas consideradas por el jurado en la última fase fueron finalistas Aguaviva, de Norah B. (seudónimo), España; Sin paz, de Rafael Calzada (seudónimo), Argentina; Mi estrella oscura, de Paula Ledesma (seudónimo), Argentina; Blackouts, de Eva María Medina, España; El canon europeo, de Carl Joseph Trotta (seudónimo), España; y Fuera de mí, de Nadia Visokolskis, Argentina. Antes que Enriquez, los últimos ganadores de este premio fueron Guadalupe Nettel con Después del invierno (2014), Marta Sanz con Farándula (2015), Juan Pablo Villalobos con No voy a pedirle a nadie que me crea (2016), Andrés Barba con República luminosa (2017) y Cristina Morales con Lectura fácil, con la que obtuvo recientemente el Premio Nacional de Narrativa.