El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, de 86 años, se encuentra ingresado en un hospital de Madrid tras haber dado positivo por Covid-19. Según han confirmado sus hijos a través de un comunicado, el autor de Conversación en la catedral se encuentra estable y "evoluciona favorablemente". Fuentes de su editorial citadas por la Agencia Efe habían confirmado este martes la infección, señalando que el escritor se encontraba bien y aislado en su casa de Madrid.
El positivo había obligado a la Real Academia Española de la Lengua, de la que es académico, a aplazar el acto que Vargas Llosa tenía previsto celebrar ese martes con el director de la institución, Santiago Muñoz Machado, en la presentación del libro 'Cervantes'. El acto se ha pospuesto al 25 de abril. También se ha cancelado su participación en las actividades de la Noche de los Libros. En concreto, iba a hablar en la Real Casa de Correos sobre su último libro La mirada quieta (de Pérez Galdós), editado por Alfaguara.
El programa de televisión Sálvame, que ha adelantado la noticia, ha desvelado que Vargas Llosa ingresó por prevención ya el pasado miércoles, en torno a las 15 horas, en un centro sanitario al que acudió con su pareja, Isabel Preysler, y la hija de esta última, Tamara Falcó. El escritor, que debido a su edad es población de riesgo, se encontraría en planta y no en la unidad de cuidados intensivos.
Sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana han explicado a través de las redes sociales que están junto a su padre y que, gracias al tratamiento, se encuentra mejor tras ingresar debido a "algunas complicaciones relacionadas" con la Covid-19. "Él y su familia agradecemos las muestras de cariño que estamos recibiendo y rogamos a la prensa que respete su privacidad", concluye el mensaje.
El autor de La fiesta del chivo presentó el pasado 7 de abril en el Ateneo de Madrid su última obra, un ensayo literario en el que plasma sus visiones sobre la literatura galdosiana. Vargas Llosa destacó que el creador de Fortunata y Jacinta fue "un gran escritor", a pesar de que fuera "muy irregular" y no fuera un estilista preocupado por alcanzar la excelencia de la prosa.