Y los veinte poemas finalistas son:
MJVIZ
Los posos del café y horas de rumores huecos // son víctimas de un reparto desigual // que ha tocado fondo.
Entelequio
Amaneció y comenzó a cantar el loco de la calle / repartiendo versos premonitorios a parejas y seres solitarios / antes del apocalipsis.
Marta
Cuando la noche abre sus postigos / las farolas buscan las raíces de la luna / los puentes bostezan en la comisura del río
Carrie
Pasajera muda soy/de un tren desbocado/como una flecha de luz clavada en la noche
Vera
Como palabra a punto de ser fruto jugoso / en la boca del día, / el río de tus ojos inunda mi sed.
MCPavón
Hambrienta mirada /que devora /el arroz de las palomas y el pan de los patos.
Charles
Te hago sitio en la luz de esta mañana, / en su caudalosa voz de urbe portuaria / que ya nunca escucharás.
Laneto
La memoria es un susurro fuera de tono/ desnorta las cabezas de los insectos/ y siembra de minas el orden de los días.
Giulia
He dejado mis ropas bajo el tilo / en el largo día de verano. / Y mi sombra carnal entrego a la música del viento.
Elizeus
A cada roca le doy sus sueños;/ a cada nube, el espejo de sus alas;/ a cada rostro, el exilio de mis recuerdos.
PilarAlejos
Esparcen sus ojos las arenas del tiempo, / el tictac de una ausencia que termina / con el eco de una piel que amanece.
ANA
Jadea la noche como un pájaro de piedra / reparte sombras / tras la amarillenta luz de las farolas.
Ayalgamar
La luz mutilada e íntima que ocultamos busca acomodo en el lenguaje / e ilumina el hermoso dolor / del nombre que nos descubre.
Alia
Luces de diamantes encienden/ al rostro inexperto/ con su parpadeo impreciso.
Lluviausente
En tu equidad, Salomón / olvidaste que el amor a partes iguales / extingue la poesía.
Rumor
Cuando la tierra cubra por completo el horizonte // abrid todos los cajones y devolvedme // mis cenizas esparcidas.
Ovidia
Puñetazos como palabras malsanas / que ajironan aquí y allá la piel, la boca / de la que irrumpen, de la que manan.
JiVelías
La carcoma del rayo acrisola una por una / las esquirlas del grito primigenio / pasado
por el fénix vulnerable de la muerte.
Amalfitano
Qué triste reparto, / aquel entre iguales, / que se ensucia con sangre.
Dora
Vuelve a tocar esa canción / para los que, en los rincones, borrachos de sombra, / anhelan su parte de paraíso.
Tema de la semana que viene: “El juego sigue”.