El escritor británico Nicholas Evans, autor de la novela superventas El hombre que susurraba a los caballos, ha muerto a los 72 años de edad a causa de un ataque al corazón, según ha anunciado su agencia de representación.

Conocido también por su labor como periodista y guionista de televisión, Evans "murió repentinamente" el pasado martes, pero la noticia no ha trascendido hasta ahora. 



Nacido en Bromsgrove, en el condado inglés Worcestershire, Evans saltó a la fama en 1995 con la novela El hombre que susurraba a los caballos, una obra con la que copó los primeros puestos de las listas de ventas tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido.

La novela cuenta la historia del vínculo especial entre una niña y su caballo, y como ambos quedan profundamente traumatizados después de un brutal accidente. La madre contacta con un hombre con una habilidad especial para sanar el espíritu de los caballos, y a medida que lo va consiguiendo, este entabla una relación sentimental con la madre de la niña.

El enorme éxito de la novela dio pie a una adaptación cinematográfica dirigida y protagonizada por Robert Redford en 1998, en la que también actuaron Kristin Scott Thomas, Scarlett Johansson y Sam Neill. La película obtuvo también un gran éxito comercial en taquilla.

Después de El hombre que susurraba a los caballos, Evans escribió otros títulos como Tierra de lobos (1998), A través del fuego (1999), Cuando el abismo separa (2005) y El hombre que quería ser valiente (2010).

Evans comenzó su andadura profesional con las letras en la pasada década de 1970 como periodista en el diario Evening Chronicle en la localidad de Newcastle-upon-Tyne, desde donde dio después el salto a la televisión.



En este medio se especializó en política estadounidense y asuntos exteriores en general, lo que le llevó a cubrir la guerra en Líbano justo antes de debutar en la ficción con El hombre que susurraba a los caballos.



Su experiencia en Beirut y en política internacional también le sirvió para escribir su última obra, El hombre que quería ser valiente, en la que abordaba los secretos de familia y los "efectos de la guerra y el coste humano", según explicó el propio Evans en una entrevista con Efe en 2011.



Evans tardó varios años terminar este libro ya que en 2008 resultó intoxicado por la ingesta de unas setas venenosas que había recogido con su mujer, la cantautora Charlotte Gordon Cumming, y su cuñado, Alastair, en la residencia campestre de este en Escocia.



El autor explicó que habían comido los hongos por la noche pero empezaron a sentirse mal a la mañana siguiente y se dieron cuenta inmediatamente que habían comido setas venenosas. Evans y su mujer estuvieron a punto de morir, pero el escritor recibió en 2011 un trasplante de riñón.