70 años de reinado dan para mucho. Si, además, eres Isabel II, la monarca más longeva en la historia de Inglaterra, pueden hacerte canciones los mismísimos Sex Pistols. "God save the Queen", la versión oficiosa del himno nacional británico a cargo de la banda liderada por Sid Vicious, es la referencia más célebre (aunque en forma de caricatura) del imaginario cultural en torno a su figura, pero no la única. La proyección de su imagen pública despertó el interés en prácticamente todas las disciplinas artísticas.
Centro de biografías monumentales, personaje de novelas, "musa" de Andy Warhol o de Lucian Freud, protagonista de canciones, series, películas e incluso de una ópera de Benjamin Britten... Repasamos, por géneros, la trascendencia simbólica de Elizabeth Alexandra Mary, verdadero nombre de la soberana.
Libros: de la realidad a la ficción
Isabel II ha generado una importante bibliografía. Su gran biografía Elizabeth the Queen: The Life of a Modern Monarch (2012), que aún no está editada en español, sigue de cerca a la carismática pero inaccesible monarca. La periodista y biógrafa estadounidense Sally Bedell Smith recurre a un ingente material de documentación —incontables entrevistas y documentos inéditos— para narrar la vida de la reina británica, consignando detalles íntimos nunca revelados hasta la fecha. Por ejemplo, cuando tuvo que conciliar las exigencias de su posición con su papel como madre de dos niños pequeños o su rutina diaria: revisión de “cajas rojas”, reuniones semanales, giras internacionales, etc.
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Otra de sus biografías más aclamadas es Elizabeth: Eighty Glorious Years (2006), de la excorresponsal de la BBC y presentadora de televisión Jennie Bond. Se publicó cuando la reina cumplía 80 años. No era esa fecha lo único que celebraba este libro, que desvela la cara más amable y moderna de la reina; también era una forma de legitimar su trono, sometido a un plebiscito público que se resolvió exitosamente cuatro años antes, con motivo del Jubileo de Oro (50 años de reinado) en 2002. Además de algunos detalles acerca del divorcio entre el príncipe Carlos y Camila de Cornualles, el volumen incluye 170 fotografías, muchas de ellas inéditas.
Siguiendo con las aproximaciones biográficas, no se puede obviar el trabajo de Kitty Kelly, una de las mayores expertas en la familia real y la figura de Isabel II. En Los Windsor (Plaza y Janés, 1997) la autora norteamericana emplea cuatro años de su vida en entrevistar a casi 800 personas. Hasta 300 libros constituyen la documentación de esta reveladora historia sobre la saga familiar que, en su primer mes de publicación, vendió un millón de ejemplares.
En la misma línea, Jean des Cars se remonta hasta Eduardo VIII para la narración de La saga de los Windsor (Aguilar, 2012), aunque la reina es la figura central de la obra. Espasa publicará en noviembre La reina, de Andrew Morton. Autor de biografías tan exitosas como la de Madonna o Diana de Gales, centra su obra en la admiración y el cariño que ha despertado la reina en el mundo. El mismo título (La reina) llevará el volumen editado por La Esfera de los Libros, que llegará a las librerías españolas el 5 de octubre. Su autora es la española Ana Polo y se sumerge en la personalidad de aquella niña no demasiado carismática que no había nacido para reinar y, sin embargo, acabó siendo una de las figuras más importantes del planeta.
También en octubre, aunque quince días más tarde, tendrá lugar el lanzamiento de Isabel II. Vida de una reina (Planeta), de Robert Hardman, el biógrafo de referencia de la familia real británica. Libros Cúpula publicó en 2020 y 2021 dos volúmenes conciernientes a The Crown, la aclamada serie de Netflix que repasa el periplo vital de "la abuela de la nación", tal y como reza uno de los sobrenombres que le asignaron en Inglaterra. Robert Lacey, también biógrafo de la realeza y consultor de los guionistas en la serie, se hace cargo de la autoría. El primero de los volúmenes retrata los primeros años de la soberana, si bien toda su historia, que se desgrana a lo largo del segundo volumen, está atravesada por un contexto ineludible: los grandes acontecimientos del siglo XX.
Por si fuera poca exposición pública, Isabel II ha sido convertida en personaje literario en más de una ocasión. El dramaturgo inglés Alan Bennett la idealizó como Una lectora nada común en su ficción publicada en Anagrama en 2008. Se imagina Bennet que la reina, de pronto, es una apasionada de los libros. No se trata de un relato caricaturesco en este caso, sino de una comedia elegante en la que aprovecha para reflexionar sobre el poder, el estatus social y, por supuesto, el sistema monárquico.
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S. J. Bennet, por su parte, asigna a la reina un nuevo rol: detective. El nudo Windsor (Salamandra, 2021) es el primer volumen de una serie que continúa con Un caso de tres perros (2022), publicado en la misma editorial. En la primera novela, la soberana se encuentra un cadáver en uno de los dormitorios de su residencia. Corresponde a un invitado que asiste a la celebración de su noventa cumpleaños. En la segunda, su tarea es descubrir la conexión que pudiera existir entre un cuadro desaparecido y la muerte de un sirviente del castillo de Windsor.
Arte: retratos soberanos
Desde el fotógrafo Cecil Beaton al rey del arte pop, Andy Warhol, han sido muchos los artistas que se han acercado a uno de los rostros más representados y retratados del siglo XX. Pintores como Lucian Freud y Pietro Annigoni la han sentado frente a sus caballetes para mostrar la cara de una de las mujeres más conocidas de nuestro tiempo. Muchos de ellos forman hoy parte de la Colección Real que los mostró en una completa exposición con motivo del Jubileo de Diamantes (60 años de reinado) en 2012.
El de Freud, sin duda el más famoso y cotizado de este conjunto, es un pequeño retrato (mide 23,5 x 15,2 cm), realizado en 2001, que guarda gran parecido con la Reina, con su cabello rizado plateado y una mirada un tanto severa. El artista pidió a Isabel II que posará para él en su estudio de Kensington y no sabemos si el resultado llegó a complacer a su majestad.
Por su parte el italiano Pietro Annigoni la ha retratado dos veces. La primera, el pintor representó a una joven reina en 1954, al poco tiempo de su coronación en 1953. Aquel cuadro fue un encargo de la Worshipful Company of Fishmongers y ahora cuelga en el comedor de la corte de Fishmongers’ Hall, aunque rara vez se exhibe al público.
El segundo retrato de Annigoni data de 1969 y entonces el encargo le llegó de la National Portrait Gallery. El artista muestra a la Reina con el manto rojo de la Orden del Imperio Británico. En aquella ocasión se le concedieron 18 sesiones durante un período de ocho meses. El resultado de sus primeras ocho sesiones fue un estudio preparatorio al pastel y al óleo de tamaño natural de la cabeza y los hombros del monarca contra un cielo nocturno oscuro. Este boceto se lo quedó el artista y fue comprado por la Reina a la familia del pintor en 2006.
Pero más allá de los retratos oficiales, Isabel II también ha inspirado a artistas como Andy Warhol, cuyos retratos serigrafiados de Su Majestad (al menos algunos de los que componen la serie) se adquirieron para la Colección Real y se exhibieron por primera vez en el Castillo de Windsor en la mencionada exposición de 2012.
Cuando el marchante de Warhol escribió pidiendo permiso para usar el retrato de la Reina en unas serigrafías, se le informó que "a ella no se le ocurriría hacer ningún comentario al respecto". La serie se llamó Reigning Queens y data de 1985. Este mismo verano, la casa de subastas Christie’s sacaba otras dos a la venta con un precio de entre 200.000 y 350.000 libras.
Entre los fotógrafos, el británico Cecil Beaton, uno de los grandes retratistas del siglo XX, fue el primero en acercarse con su cámara a Isabel II cuando todavía era princesa. Por ello fue también uno de los privilegiados en fotografiar a la Reina en junio de 1953 en la ceremonia de su coronación. Beaton la retrata en la Abadía de Westminster y en distintos espacios del Palacio.
Un importante conjunto de ellas, unidas a las de otros fotógrafos oficiales, como el Estudio Baron, Marcus Adam, Donald McKague y otros, forman hoy parte de la colección de la National Portrait Gallery.
De entre los fotógrafos actuales, destaca la serie realizada por Annie Leibovitz que en 2007 se convirtió en la primera americana en hacer un retrato oficial de la reina. Realizadas para celebrar la visita de Isabel II a Estados Unidos coincidiendo con el 400 aniversario de la fundación de Jamestown, en la línea de las imágenes de Beaton, la famosa fotógrafa de Vanity Fair y Rolling Stone, la muestra ataviada con joyas, órdenes, túnicas y pieles en la White Drawing Room del Palacio de Buckingham.
Chris Levine es el autor de una de las más sorprendentes fotografías de la monarca: con los ojos cerrados, serena, con un halo entre místico y mágico, es fruto de una larga sesión que llevó a cabo en 2004 por encargo del Jersey Heritage Trust. Fruto de los descartes de la serie (otra de la imágenes fue portada de la revista Times), el fotógrafo de moda Mario Testino ha dicho de la imagen de Levine que es “el retrato más bello de la Reina”.
El retrato más realista probablemente es el salido de la cámara del célebre fotógrafo alemán Thomas Struth: sentada en uno de los sofás del Green Drawing Room junto al Duque de Edimburgo, alejados ambos de la pompa de otras imágenes, esta, realizada en 2011, muestra a una pareja en su hogar.
Mientras que en la desconcertante Reina Isabel II (1999) de Hiroshi Sugimoto, lo que parece ser una fotografía de un ser humano vivo es en realidad un maniquí de cera del Museo Madame Tussauds, modelado a partir de otras fotografías: un retrato de un retrato de un retrato…
Música: Dios salve a la Reina
En la tradición británica tan anclado en la sociedad como la Reina está el pop y el rock. Como Isabel II subió al trono en 1953 ha visto crecer desde Buckingham Palace los mejores grupos del género. Incluso el género mismo. Algo que la historia no podrá negar al país que vio nacer a los Beatles, los Rolling Stones, los Sex Pistols, The Smiths, Led Zeppelin, Queen, The Who, David Bowie o Elton John (muchos de los protagonistas condecorados hoy con el título de Sir). El “tirón” del pop/ rock quedó bien demostrado el pasado mes de junio con el concierto en Londres que celebraba los 70 años de su reinado.
Muy pocos han conseguido vencer a la tentación de dedicarle algún tema a la primera representante del país. Quizá los más atrevidos fueron los Sex Pistols. La banda liderada por Sid Vicious, Johnny Rotten y Steve Jones dejó caer en 1977 su propia versión del “God Save The Queen” (recordemos que es el título del himno nacional británico). “Dios salve a la reina/ Su régimen fascista/ Te hizo un tonto/ Una bomba H potencial”.
En su diatriba punk decían que “no es un ser humano” pero que “amamos a nuestra reina”. Todo “en serio, hombre”. Un ejemplo de la salud de la institución, que se permitía aguantar arremetidas como las de la formación londinense.
Y hablando de instituciones, no podemos dejar a un lado a los Beatles, que compiten en popularidad con Isabel II. En 1969 Paul McCartney (nombrado Sir en 1997, no lo olvidemos) incluyó en el álbum Abbey Road “Her Majesty”, un tema en el que le rendía tributo con cierto humor e ironía. La cantaría en 2002 durante su Jubileo de Oro.
En los ochenta The Stone Roses debutaron con un álbum homónimo en el que incluían el tema “Elizabeth, My Dear”, en la que manifestaban que no descansarían hasta verla destronada. Sonido Mánchester en estado puro.
En los noventa serían los Manic Street Preachers quienes volverían a acordarse de la Reina en una de sus canciones. No sorprende a juzgar por la línea combativa que siempre ha seguido el grupo escocés. En su álbum Generation Terrorist (1991) incluyeron “Repeat”, donde lo más bonito que decían era “escoria”, rematando con: “A la mierda la reina y el país”. Y no olvidemos en esa década el “sueño” de los Pet Shop Boys en “Dreaming Of The Queen”, donde tomaban el té con toda la familia Real con todo tipo de imposturas.
No podía faltar en estos “recuerdos” de la reina británica la premonitoria “The Queen is Dead”, de los grandiosos The Smiths. Fue el título del álbum (uno de los mejores de su corta carrera) que publicaron en 1986 y de una canción en la que apostaron, con un sarcasmo nada disimulado, por lo seguro: la muerte de la monarca. La banda liderada por Morrissey no deja títere con cabeza (ni siquiera la del hasta hoy príncipe Carlos). “Oh, ¿ha cambiado el mundo o he cambiado yo?”, señalaban The Smiths, para cerrar: “La reina ha muerto, muchachos”.
Benjamin Britten también le dio un disgusto a la monarca. Al compositor inglés le encargaron una ópera para los fastos de su coronación. Pero él, indomeñable, no le dio lo que se esperaba: es decir, pompa y circunstancia a mayor gloria de la recién entronizada. Gloriana establece algunos paralelismos con los últimos años del reinado de Isabel I, la Reina Virgen.
El resultado, hecho público en 1953 en la Royal Opera House, fue un trabajo de atmósfera sombría y neurótica, protagonizado por una sexagenaria enamorada de un treintañero. Aquel retrato, dicen, le molestó muchísimo. La indignación se apoderó de ella, aunque, como siempre, supo encajar con hieratismo protocolario.
En la pantalla: una reina con mil caras
Una de las interpretaciones más memorables de la reina Isabel II es la que brindó a los espectadores Helen Mirren en la película The Queen, de 2006. La actriz británica recibió por este trabajo el Óscar, un Bafta, un Globo de Oro y el Premio del Sindicato de Actores. Dirigida por Stephen Frears (Las amistades peligrosas), la película se centra en el episodio de la muerte de la princesa Diana de Gales en 1997, que conmocionó a la casa real y a toda la sociedad británica.
El guionista de aquella película fue Peter Morgan, que una década más tarde estrenaría una de las grandes series televisivas de los últimos años, The Crown (Netflix). Recorre la vida de la reina Isabel II desde su juventud, aunque ocasionalmente se remonta hasta su niñez.
Por su convincente encarnación de la soberana en su etapa de juventud, Claire Foy, que la interpretó en 20 episodios, recibió un Emmy y un Globo de Oro. Tras encariñarse de ella, de una temporada a otra, es decir, de la noche a la mañana para quienes vieron la serie del tirón, el espectador se encontró de bruces con Olivia Colman, que resultó ser una Isabel II en su etapa de madurez aún más convincente, superando el palmarés de su compañera con un Emmy, un Globo de Oro y un premio del Sindicato de Actores.
La serie continúa avanzando por la biografía de la reina y se ha impuesto un nuevo cambio de actriz, recayendo el papel esta vez en Imelda Staunton en la quinta temporada, cuyo estreno está previsto para este otoño.
Si The Crown repasa meticulosamente toda la vida y el reinado de Isabel II, la película Noche real (Julian Jarrold, 2015) se centra, como dice su título, en una sola noche. Concretamente, la del 8 de mayo de 1945, día de la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Todo Londres celebra el acontecimiento, y unas jóvenes Isabel y Margarita (la hermana de la futura reina) salen a celebrarlo también. Aunque esto solo ocurre en la película, ya que en la realidad ambas tuvieron que quedarse dentro de los muros de Buckingham, lejos de la irrefrenable euforia popular.
Viajando aún más en el tiempo nos encontramos una Isabel niña como personaje secundario, en la piel de la joven actriz Freya Wilson, en la memorable El discurso del rey (Tom Hooper, 2010). Colin Firth consiguió en esta película una de las mejores interpretaciones de su carrera encarnando a Jorge VI, padre de Isabel. La cinta cuenta sus esfuerzos para remediar su tartamudez y ser capaz de dar su primer discurso radiofónico como rey, sobre un tema tan crucial como la declaración de guerra a Alemania en 1939.
En la lista de actrices que han encarnado a la reina de Inglaterra hay que incluir también a Jeannette Charles, que la ha interpretado en numerosas ocasiones en papeles secundarios. Destacaremos dos de sus apariciones, ambas en comedias descacharrantes. La primera es Agárralo como puedas (1988), en la que Leslie Nielsen debía protegerla pero acaba haciéndole un placaje accidental que hace que ambos se deslicen a lo largo de una larguísima mesa de banquete. En la misma línea y 14 años después, el papel de espía torpe recayó en Mike Myers en la disparatada Austin Powers en Miembro de Oro (2002).
La reina de Inglaterra ha aparecido incluso en el género de animación. Sus perros de raza Corgi son uno de los emblemas más populares de la casa real británica, tanto que han llegado a protagonizar su propia película, Corgi: Las mascotas de la reina. En ella la reina es interpretada vocalmente por Julie Walters.
A todas las intérpretes mencionadas debemos sumar una última: ella misma. A modo anecdótico y dejando a un lado su habitual seriedad, la reina aceptó participar en el cortometraje inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. La ocasión lo merecía, de modo que vemos a la reina, escoltada por Daniel Craig en su papel de James Bond, hasta un helicóptero desde el que se lanzará en paracaídas (su doble, claro) para aterrizar en el estadio olímpico justo antes de aparece, ya de carne y hueso, en el palco junto a su marido, el recientemente fallecido duque de Edimburgo.
Aunque eso no es nada con su aparición más importante en una pantalla: el día de su coronación en 1953, un evento mayúsculo que quedó inmortalizado en el documental A Queen Is Crowned (Una reina es coronada). Filmado por la gran productora británica de la época, The Rank Organization, y guionizado por el prestigioso poeta y dramaturgo Christopher Fry, contó con el famoso actor Laurence Olivier en la narración y banda sonora grabada por la London Symphony Orchestra.
En el terreno del cine documental, cabe destacar también la reciente Isabel: un retrato en partes, de Roger Michell, director de Notting Hill, que repasa el largo reinado de la soberana británica. Un complemento ideal a esta película es otro documental reciente que incluye imágenes caseras nunca antes vistas. Titulado The Queen Unseen, muestra una faceta más íntima de Isabel II, en la que la vemos en su rol de esposa, madre, cocinera o granjera.
Además, el documental Isabel II: madre y monarca, recién estrenado en Channel 4 y concebido para su emisión tras el fallecimiento de la reina, llegará el próximo lunes 12 a España vía Movistar Plus. Se trata de un retrato íntimo y revelador que celebra la vida de la monarca más longeva en el trono de Gran Bretaña, conducido por las declaraciones de un elenco femenino de historiadoras, periodistas, biógrafas y amigas cercanas.