Hola, amigos:
Podéis empezar a escribir sobre “los vendedores a puerta fría”.
El ganador de la semana pasada, dedicada a la inflación, ha sido…:
Saudade
El empresario, tan tranquilo, arrugó las páginas económicas tras leer los nuevos datos de la inflación. Y continuó durmiendo bajo el puente.
Un relato cuyo atractivo radica en la sabia disposición de sus elementos: la derrota del empresario está elidida con astucia para extraer todo el cogollo a la narración. Su arruinado protagonista se halla donde acaban, típicamente, quienes han sido derrotados por la vida, pero solo lo sabemos al final: bajo un puente. La aparente placidez del empresario ante la inflación —“tan tranquilo”, se anuncia en el texto— nos lleva a suponer que es millonario. Error: es todo lo contrario. Ha sido expulsado de la rueda dinámica del tráfico económico, y su tranquilidad tiene que ver con eso, con que está en otro ámbito, en otro lugar, fuera de la competición, bajo el puente donde la inflación apenas tiene ya repercusión.
Se posibilitan así dos lecturas: la que promueve la sorpresa ante la situación del protagonista y la que nos hace reflexionar sobre la extraña paz que puede conllevar la derrota, saberse ajeno a las cuitas de la lucha diaria.
Enhorabuena, Pablo Vázquez Pérez, por el estupendo relato y por el premio.
Otros micros pudieron haber ganado:
DanielAlonsoM
Escuchando los últimos datos económicos tuvo que tomar esa difícil decisión: a partir de ahora atracaría a una o dos personas más.
Plcd
Aquella mañana, Otto Hahn sacó del banco todos los millones que había heredado de su padre, fue a una cafetería y pidió el café más barato.
Saludos cordiales