La editora mallorquina Diana Zaforteza ha fallecido este martes en Barcelona a los 44 años, según han informado fuentes del sector. Hija del empresario mallorquín José Zaforteza Delgado y Dolores Rodés, y sobrina segunda de Juan March, la editora cursó estudios de Humanidades en Barcelona y creó en 2003, junto con su entonces pareja Enric Cucurella, la editorial Alpha Decay. En una época en la que los sellos independientes afloraban en el mercado editorial español, Zaforteza demostró su audacia a principios de siglo, precisamente cuando los grandes grupos absorbían a los pequeños.
Alpha Decay fue una editorial que nació bajo el apadrinamiento de la agente literaria Carmen Balcells. El primer libro publicado por el sello fue Los nuevos inquisidores, un volumen que reunió todos los cuentos que había publicado Javier Tomeo.
Zaforteza desarrolló su labor profesional entre Barcelona y Baleares y desde 2008 Zaforteza estaba al frente de la Editorial Alfabia, un nuevo proyecto que en esta ocasión emprendió en solitario. Disruptivo con las convenciones que marcaba el mercado, el sello se hizo cargo de las memorias de Pat Hackett, la secretaria de Andy Warhol, una selección de cartas de Saul Bellow o los fragmentos en prosa de la poeta polaca Wislawa Szymborska.
[José Carlos Llop, un poeta en la avenida de la luz]
El sello se presentó arropado por una fiesta en los jardines mallorquines de la finca familiar. Precisamente de Mallorca eran los autores de principios del siglo XX que siempre quiso reivindicar la editora. Tal era el caso de Llorenç Vilallonga, del que publicó la novela Bearn o La sala de las muñecas.
En realidad, su objetivo siempre fue recuperar escritores clásicos y contemporáneos. Además, fue pionera en la introducción de libros de pequeño formato con relatos de autores como José Carlos Llop o Enrique Vila-Matas. En este proyecto contó con la colaboración del también conocido agente literario Andrew Wylie, conocido como "El Chacal".
Entre los grandes hitos de su trayectoria como editora, cabría señalar la publicación de la única novela de Bernard-Marie Koltès, La huida a caballo hacia lo profundo de la ciudad, que hasta entonces era inédita en español. Y, por supuesto, la edición de El Cuervo, el poema de Edgar Allan Poe que adaptó el icono del rock Lou Reed con ilustraciones de Lorenzo Mattotti. Zaforteza incluso logró que el rockero se desplazara hasta Barcelona a presentar el libro.