El locutor del programa nocturno de mayor audiencia de la radio deportiva española aparece asesinado de forma sádica en el número 7 de la calla San Bernardino de Madrid, en un pequeño alojamiento que ofertaba habitaciones por hora. El cuerpo presenta evidencias de haber sido torturado. En la escena del crimen, que en un primer momento conduce hacia una motivación pasional, aparecen el agente de policía judicial Axel Nash y su nueva compañera, Loor Galván. Esta peculiar pareja será la encargada de atar cabos y resolver la autoría y los interrogantes del homicidio.
Así arranca Axel (Espasa), el explosivo debut literario de Luis García-Rey (Vigo, 1981), a quien los más deportistas conocerán como uno de los presentadores de Deportes Cuatro. Se trata de un thriller policiaco clásico cuyas ramificaciones van mucho más allá del asesinato a cuchilladas de un famoso periodista, una novela armada sobre una historia de drogas, poder y sexo que persigue los tentáculos del crimen organizado en España, el narcotráfico que todavía planea por las rías gallegas o el negocio de la trata de blancas.
"A pesar de que arranca con un crimen muy bestia, luego no es una novela salvaje", defiende el también colaborador de El Partidazo de COPE y director del Máster de Periodismo Deportivo de la Universidad Villanueva. "He querido hacer algo que enganche desde la primera página y permita desconectar de tanta pantalla. Es una novela muy fresca, de muchas páginas, pero vuelan".
La ficción discurre en paralelo en dos escenarios: Vigo y Madrid. "Son las ciudades donde nací y donde vivo, y se muestra el contraste entre esas realidades", explica el autor, que reconoce que "hay mucha nostalgia, mucha morriña" en los pasajes que transcurren en Galicia, marcados por la relación entre la corrupción y el narcotráfico. Otro de los temas que se abordan en la novela es el de las agresiones sexuales. De hecho, el primer capítulo de Axel narra con una fría naturalidad la violación de una joven por un chico de su círculo de amigos. "Es una de las grandes lacras de la sociedad. En la novela hay una víctima que tiene que conseguir soportar las consecuencias y conseguir sanarse y convivir con ello", avanza el autor.
El hecho de utilizar como telón de fondo la guerra en las ondas y que Luis García-Rey sea uno de sus protagonistas secundarios podría levantar sospechas sobre ciertos paralelismos con la realidad. Pero el autor niega cualquier conexión intencionada con la misma. "Me dijeron que debía escribir sobre algo que conociese. Llevo 15 años en la profesión y decidí utilizar la radio como contexto para un thriller. Hago guiños muy personales a amigos míos, a alguna frase que han dicho o situaciones concretas, pero es una novela totalmente ficticia", asegura. Solo la madre del detective protagonista puede interpretarse como un alter ego de la propia madre del presentador vigués.
Fútbol y thriller
Se define García-Rey como "muy lector", y no solo de novela negra. Su maestro en el género ha sido Domingo Villar, fallecido el pasado mes de mayo y creador del solitario y tímido inspector Leo Caldas. "Le conocía, era muy celtista como yo... coincidimos en la radio alguna vez y me aconsejaba siempre, era muy generoso. Recomiendo todas sus novelas, como Ojos de agua o La playa de los ahogados. Su detective era casi perfecto", comenta.
En el plano internacional, su gran referencia son Jo Nesbø y su inspector Harry Hole. "Cuando empezaba mi novela mi ilusión era construir un Harry Hole con Axel, él es el paradigma del detective perfecto, aunque está un poco más atormentado que el mío", analiza el periodista. Siempre tuvo en mente adentrarse en el mundo de la literatura negra, pero la ocasión perfecta no llegó hasta el confinamiento. "Lo más difícil ha sido encontrar el momento para empezar a escribir. Fue una experiencia tan estimulante que la historia empezó a brotar a raíz de sentarme delante del ordenador".
Del plató de Deportes Cuatro a convertirse en la apuesta editorial de Espasa para el mes de enero, el salto es enorme. Luis García-Rey reconoce cierto vértigo: "Tengo una sensación extraña. Por un lado estoy muy emocionado, muy impaciente, y por otro permanentemente alerta porque no sé lo que viene. En los deportes la gente te dice por la calle que hay que hablar más del Atleti y ya está, pero me da miedo la reacción del público a algo tan íntimo con una novela".
De momento, dice, no se ha planteado una segunda novela, aunque sí le gustaría hacerle un nuevo encargo al agente Axel Nash. En cualquier caso, descarta cualquier tipo de crimen relacionado con el balón. "Es muy complicado escribir sobre fútbol", resume. Quizá la poco exitosa trilogía futbolística del maestro Philip Kerr, que arrancaba con el asesinato de un trasunto de José Mourinho, sea un buen ejemplo de ello.