Hola, amigos:

Podéis empezar a escribir sobre las oposiciones.

El ganador de la semana pasada, dedicada a los diputados, ha sido…:

Juanbadaya

No hago nada de lo que prometí, voto lo que mandan y cobro, confesaba el diputado. Hijo mío, da la mitad a la iglesia y quedas perdonado.

Lo que parece una confesión sin trascendencia, un desahogo ante la mujer o el amigo en casa o en el bar es en realidad una confesión ante el sacerdote. He aquí la gracia del relato, porque la confesión tiene además un colofón tan sorprendente como cómico: la absolución del atribulado confesante a cambio de dinero para la iglesia.

El diputado dice lo que ya todos sabemos o intuimos sobre el sistema parlamentario español: para los diputados salirse de lo que marcan los jefes es harto improbable cuando no imposible, supone perder el derecho a estar en las listas electorales, el derecho a tener una carrera política fructífera. Todo cuanto ocurre en el parlamento lo podrían hacer los jefes de filas sin la intervención de uno solo de los diputados, bastaría con que los líderes de cada grupo parlamentario hicieran valer en las votaciones su porcentaje de representación electoral.

Esta situación, este corsé para el criterio de los diputados, la explota Juan Badaya para hacer un relato satírico y muy divertido sobre un diputado con remordimientos, a quien el confesor remata con la petición desvergonzada de una mordida.

Enhorabuena, Juan Badaya, por el relato, estupendo, y por el premio.

Otros micros pudieron haber ganado:

Plcd

Para celebrar que su partido había logrado sacar adelante la ley que prohibía la prostitución, se fue de vacaciones a Tailandia.

Juanbadaya

Hasta llegar a la ESO el niño presumía de que su padre era parlamentario. Y a partir de entonces, lo disimulaba cuanto podía.

Saludos cordiales