‘Hay momentos / en los que la escritura / nos resguarda de todo’, dice casi en su final el último de los poemas de este libro de Hasier Larretxea (Arraioz, Navarra, 1982). De qué hubiera que resguardarse lo hace saber todo lo que hasta entonces se ha leído.



De la incomprensión, de la intolerancia, de quienes no toleran ‘la desviación, / la diferencia’. Lo que se narra bajo la forma de poemas es la vivencia de la homosexualidad en una sociedad que no la admitía.



El poema inicial, que parte del ‘jardín de la infancia’, se transforma en un espacio inhóspito, y alrededor todo son desprecios, burlas. Si bien se presume que lo contado es autobiográfico, la dicción no es de yo, sino que incorpora otras vidas similares, y así, quien habla es nosotros: ‘Qué fue lo que hicimos mal’.

Hijos del peligro

Hasier Larretxea

Candaya, 2023. 94 páginas. 14 €

Larretxea es autor de libros de poesía en euskera y castellano, y también novelista: El lenguaje de los bosques ya dice cómo la naturaleza, el valle del Baztán, es materia esencial de la obra.



Esta intimidad con la tierra no es ajena al lenguaje de los poemas de Hijos del peligro, por ejemplo: ‘Supimos de los pechos / donde bullían pétalos, / y la piel / se convertía en un campo, / jardín donde trazar / ríos y colinas’, pero entre ‘el temblor, / el señalamiento y la inquina’. Estos poemas, pues, están al servicio de la visibilidad de la homosexualidad y son, por tanto, más que un desahogo, palabra política.



El poeta dibuja el tiempo de la prohibición, de la persecución, que ha de ser el tiempo del silencio, del miedo, del peligro, recordarlo, revivirlo al escribirlo; ‘Hay momentos / en los que la escritura / nos resguarda de todo’, una escritura de la verdad en una palabra clara, directa, la apropiada para ‘la biografía / de los prados de nuestra infancia’.