Jacobo Bergareche. Foto: Coco Dávez

Jacobo Bergareche. Foto: Coco Dávez

Letras

'Las despedidas', de Jacobo Bergareche: nostalgia de un paraíso sexual perdido

La nueva novela del escritor, más convencional que su ópera prima, es un relato de conflictos morales fuertemente intimista.

14 octubre, 2023 02:04

Jacobo Bergareche (Londres, 1976) traba un relato muy argumental en Las despedidas. Es de esas novelas en las que el autor se aplica a fondo para contar una historia intensa. En ella se acoplan sucesos de ayer y de otros 20 años posteriores. Los de antaño refieren un viaje del protagonista, Diego, a Estados Unidos y los actuales se centran en los preparativos para inaugurar una lujosa casa de vacaciones en Mallorca.

Las despedidas

Jacobo Bergareche

Libros del Asteroide, 2023. 166 páginas. 18,95 €

El relato comienza con los episodios más cercanos en el tiempo. Diego ve en la terraza de un bar a una extranjera con quien tuvo una relación apasionada en el festival Burning Man de música en Estados Unidos. Duda de si ella le habrá reconocido y se obsesiona con localizarla y comprobar si en efecto es quien cree. Tras empecinadas acciones la halla en un barco anclado en el mar, donde se encuentra también un joven adolescente que guarda algún parecido con él. Mientras, la familia de Diego —su mujer y los tres hijos— sufre los trastornos que su loco y secreto impulso les causa.

Los breves y ágiles capítulos proporcionan noticias de aquel remoto pero nunca olvidado episodio que se compagina con el presente en busca de una unidad de sentido. El lance americano tuvo su causa en la conmoción que le causó a Diego la muerte de un primo suyo. En pleno desmoronamiento vital, se encontró con aquella mujer que lo acogió y le transportó a un paraíso sexual, una plenitud erótica insospechada que se detalla con minucioso fisiologismo.

[Jacobo Bergareche y la imposible búsqueda de la felicidad]

Digamos que le redimió de sus fantasmas y después cada uno siguió su camino, con la promesa de no volver a encontrarse nunca y sin ni siquiera saber ninguno de los dos sus nombres. Salió de allí un hombre nuevo, preso de un secreto inconfesable que nunca desveló a su esposa.

El azar recupera el tiempo prohibido y un cierto sentido circular de la historia trae a primer plano la callada experiencia. Ayer hubo una despedida y hoy, enferma terminal la mujer y corroborada la paternidad, se plantea un segundo adiós, una nueva despedida para siempre (de ahí el título del libro en plural). El dilema reside en cómo afrontarlo de cara a la familia y a la propia conciencia, si confesar y asumir las consecuencias o seguir con la ocultación. En cualquier caso, la novela describe dos situaciones en que alguien tiene que encarar una decisión determinante, de las que cambian el rumbo de una vida.

'Las despedidas' es un relato de conflictos morales fuertemente intimista que aborda dilemas de la conciencia

Las despedidas es, por tanto, un relato de conflictos morales fuertemente intimista que aborda dilemas de la conciencia. También tiene su peso el retrato nada positivo de los acomodados, de su falta de sinceridad y su ostentación (el círculo de Diego), en contraste con el espíritu abierto y algo libertario que encarna la mujer, y hasta ocupa un buen lugar la estampa negativa de la familia. Pero este alcance sociológico tiene poca importancia al lado de las incertidumbres del alma.

En consecuencia, domina la dimensión psicologista. Bergareche imagina tipos atractivos. Plantea dos mundos espirituales en las antípodas, los de Diego y Amy —al final sabemos que así se llama la americana— y los confronta. Aunque el de él peque de cierto esquematismo —modelo del rico triunfador fatuo—, el de ella traza la fascinante y convincente imagen de una mujer libre e idealista.

La anterior y primera novela de Bergareche, Los días perfectos, es una obra compleja que auguraba una escritura de exigencia formal. Ahora, en cambio, tenemos un relato muy convencional en el que se le da una capa de barniz literario a una anécdota que paga tributo al folletín. Y el fondo de la peripecia no deja de recordar las melodramáticas historias tipo los ricos también lloran. Además, la expresión resulta en ocasiones envarada. En suma, el autor no cumple en Las despedidas las expectativas de su ópera prima.