Galder Reguera. Foto: Elena Blanco

Galder Reguera. Foto: Elena Blanco

Letras

Galder Reguera desvela los entresijos y conflictos de una familia vasca

El escritor hilvana los momentos de una compleja vida familiar en su nueva novela, 'Vida y obra', cuyo narrador dirige el texto a su padre.

18 septiembre, 2024 02:20

Nuestro autor posee talento para contar historias. Su novela está dedicada a Ignacio Martínez de Pisón, otro narrador con esa aptitud. Sabe ofrecer un relato claro y rico en matices, que cuenta la vida de varias generaciones de una familia vasca, los Otaolea. Galder Reguera (Bilbao, 1975) narra sin prisas, hilvana los momentos de una compleja vida familiar, que terminarán formando una variada tela verbal. El lector disfrutará además del aplomo con que el narrador, un novelista que dirige el texto a su padre, un escritor comprometido con su oficio, cuenta los entresijos emocionales de ese entorno.

Vida y obra

Galder Reguera

Seix Barral, 2024. 384 páginas. 20,90 €

Esto que llamo "aplomo" resulta una combinación de los valores que guían a una familia tradicional y otros aceptados tácitamente, provenientes del asentamiento de las normas sociales cambiantes. Me explico. La madre, ama, sufre las infidelidades del marido, novelista para minorías, una conducta inaceptable a todas luces, si bien no aparece abiertamente criticada por el narrador, porque la libertad para actuar según uno se sienta forma parte del entramado de la sociedad actual. Vivimos en una sociedad abierta, y eso hace que se toleren sin dramatismos los cambios de conducta.

Escritores como Reguera cultivan una ficción que une la inteligencia, la riqueza perceptiva y el dominio de la expresión verbal, consiguiendo representar en sus libros una realidad profundamente humana, exenta del superficial dramatismo que encontramos habitualmente en los medios de comunicación.

Además, consigue ese punto narrativo en que lo particular, el hecho de que la novela suceda en un escenario vasco, aporte riqueza narrativa sin caer en el folclore regionalista. El lector disfrutará de encontrarse con el abuelo, aitite, un empresario de la juguetería sumamente exitoso, con la abuela, amama, que tiene cinco hijas, entre ellas ama, la madre de Unai, el narrador.

Para apreciar la novela en la época de las redes sociales, es decir, del vivir distraído constantemente, tienes, lector, que dejar fuera tu yo y escuchar al que te habla desde las páginas del libro, ese que va compaginando las emociones y las ideas de los personajes, abuelos, hijas y nietos. Siente las emociones de los personajes, la alegría de ir a casa de amama, de ir en el coche de vacaciones a la playa con aitite.

Reguera cultiva una ficción que une la inteligencia, la riqueza perceptiva y el dominio de la expresión verbal

Tampoco el rencor producido por el abandono del padre, dejando a ama al cargo de Unai con diez años y de su hermana pequeña Nuria, debe provocar una toma de partido. Supondría leer esta novela al modo clásico, aplicando los valores implícitos en las novelas tradicionales. Aquí se trata de experimentar la lectura como una especie de meditación. Tus valores quedan fuera de juego, y te bañas en las emociones narradas. Así experimentarás la riqueza de la ficción, que está rehaciéndose. Este tipo de novela empieza a dominar el mundo anglosajón, y solo menciono dos nombres, Ann Patchett y George Saunders.

Os cito un ejemplo. Amama está viuda y Unai la visita. Cenan y mientras miran un programa de Raffaella Carrà en la tele, suena el teléfono. Lo coge amama, y al pasárselo a Unai dice que es Raffaella, una broma, pues llama ama. "Mientras hablo con ella [ama], veo en amama el rostro decepcionado y cansado de quien espera un milagro, algo, lo que sea, que la salve de una rutina que no soporta" (pág. 253).

No se dice qué le pasa, se trata de experimentar la riqueza emotiva del momento, que Unai, el escritor, percibió en la felicidad manifiesta en unas fotos del pasado tomadas durante tiempos alegres en que amama y aitite vivían felices (pág. 242). El lector no debe partir de su yo, sino simplemente sentir la necesidad del milagro. Sentirá su atención enfocada en la conciencia autoral, sin involucrar la suya.