Naturaleza patria / Ciencia y sentimiento de la Naturaleza del regeneracionismo
Santos Casado de Otaola
19 febrero, 2010 01:00Panorámica de la Sierra de Gredos
La mencionada carencia bibliográfica sobre este tema no significa que no exista un importante número de aportaciones parciales, centradas sobre todo en la vertiente literaria (L. Litvak), artística (J. Maderuelo), geográfica (J. Mateu, J. Nogué) o científica (J. Gómez Mendoza) y hasta un núcleo de esforzados estudiosos, entre los que destacan el grupo de profesores vinculados a la Universidad Autónoma de Madrid liderado por E. Martínez de Pisón y N. Ortega, que se empeñan en dar continuidad a estas investigaciones pluridisciplinares en forma de "Seminario del Paisaje". De esta abundante bibliografía sobre el medio hispano y de otros volúmenes complementarios sobre países culturalmente cercanos se nutre precisamente el documentado trabajo de Casado, que aúna en su persona una doble faceta, la de biólogo e historiador de la ciencia, especialmente adecuada para un asunto como el que nos ocupa.
Y ello es así porque lo que nos ofrece en esta interesante contribución dicho autor es una perspectiva básicamente científica, que no pierde empero la oportunidad de añadir en los momentos precisos la nota literaria, artística o filosófica. No le falta razón por tanto cuando él mismo califica este ensayo de una mezcla de "historia de la ciencia" con otras dimensiones más amplias, como la historia intelectual, cultural o ambiental. Se trata en cualquier caso de establecer el marco adecuado para examinar una serie de temas (en torno a los "males de la patria", pero también con la vista puesta en sus riquezas y posibilidades) y, sobre todo, de poner el foco en aquellos autores concretos que hicieron del paisaje español el motivo fundamental de inspiración en sus actividades científicas y técnicas: Joaquín Costa, José Macpherson, Ignacio Bolívar, Casiano del Prado, Lucas Mallada o Hernández-Pacheco entre los más conocidos, pero también otros muchos profesionales ilustres, hoy injustamente olvidados o poco reconocidos.
¿Hay realmente una "vuelta a la naturaleza" en el período que aquí se considera (fines del XIX, comienzos del XX)? La consideración pormenorizada de las valoraciones intelectuales, las realizaciones prácticas y las propias iniciativas reformistas parecen conducir a una respuesta afirmativa. Pero no puede desconocerse que todo ello fue producto de una elite que se sintió aislada, incomprendida por el conjunto social y, a la postre, profundamente frustrada. Pese a todo, puede decirse que el sentimiento de la naturaleza constituyó una de las bases fundamentales del patriotismo regeneracionista, una nueva "reconquist" en palabras de Pedro Pidal, esta vez en forma de reencuentro con el propio territorio nacional. Durante unas décadas esas minorías selectas (de Giner a Besteiro) pensaron en efecto que el "amor a la naturaleza" sería la piedra filosofal -el estímulo cívico y educativo- que llevaría al país a una auténtica regeneración.