Image: Franco y el Eje Roma-Berlín-Tokio. Una alianza no firmada

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Ensayo

Franco y el Eje Roma-Berlín-Tokio. Una alianza no firmada

David Wingeate Pike

17 diciembre, 2010 01:00

Franco y Mussolini en Bhordiguera

Traducciónde Patricia Arroyo. Alianza. 384 pp. 28 euros


En los últimos años parece haberse reactivado el interés historiográfico por la política española durante la II Guerra Mundial. En 2007 apareció una voluminosa obra de Xavier Moreno Juliá (Hitler y Franco, Planeta) y al año siguiente dos ensayos, de Manuel Ros Agudo (La gran tentación, Styria) y Stanley G. Payne (Franco y Hitler, La Esfera). Hay que añadir que ese año veía la luz otro grueso volumen, de Joan Maria Thomàs, que analizaba la relación con EE.UU. (Roosevelt y Franco, Edhasa), y en 2005 aparecían dos estudios sobre las fricciones hispano-británicas en el mismo período, las investigaciones de Enrique Moradiellos (Franco frente a Churchill, Península) y Richard Wigg (Churchill y Franco, Debate). Y ello sin contar los más añejos trabajos de Rodao sobre Japón (Franco y el imperio japonés) y de J. Tusell y G. G. Queipo de Llano Franco y Mussolini.

Cito esos títulos -y me limito a las obras fundamentales- para ubicar al lector ante la nueva publicación disponible sobre la actitud de Franco ante las potencias del Eje (Roma-Berlín-Tokio). Su autor, el historiador inglés David W. Pike ya había publicado una estimable indagación sobre los españoles en el campo de concentración de Mauthausen (Españoles en el holocausto, Mondadori, 2003). Debe tenerse en cuenta que la versión original inglesa del libro que nos ocupa apareció en 2008, razón por la cual, como el autor reconoce en el prólogo a la edición española, no pudo servirse de las investigaciones antes citadas de Moreno, Ros y Payne. El dato es relevante por cuanto explica algunas de las limitaciones del trabajo de Pike.

El objetivo fundamental de este volumen no es otro que demostrar la implicación total de Franco con las citadas potencias totalitarias y, muy especialmente, con Hitler. Entiéndase bien, no sólo afinidad ideológica más o menos entusiasta, sino compromiso pleno y rotundo que, si no llegó a materializarse en mayor medida, fue por causas ajenas a la voluntad del Generalísimo. Entre ellas, claro está, la situación de agotamiento de España tras la guerra civil.

Frente a la interpretación del equilibrio franquista ("chaqueteo" se le llama aquí) como conciliación de simpatías, intereses y posibilidades, Pike sostiene que Franco "jamás cambió de bando" en la escena internacional, mostrando una fidelidad perruna a las fuerzas del Eje, en cuya victoria siempre confió hasta límites que traspasaban la más elemental prudencia. Para fundamentar esta "revisión", Pike se sirve de un profundo rastreo en los archivos alemanes y en la prensa española del período.

Por lo que respecta a los documentos germanos, Pike se ha interesado por dos aspectos, el papel de la División Azul -menos valorado por la Wehrmacht de lo que el Régimen español pretendía- y, sobre todo, las facilidades otorgadas por las autoridades franquistas para el aprovisionamiento de los submarinos hitlerianos en puertos peninsulares. Más polémica aún resulta la posición de Pike respecto a la Prensa de la época, a la que considera fuente de completa fiabilidad, es decir, "fiel espejo" del Régimen, porque el "férreo control" que éste ejercía sobre los medios de comunicación nos permite establecer las "verdaderas intenciones de sus dirigentes, digan lo que digan sus declaraciones en el campo de la diplomacia" (p. 33).

¿Qué significaban términos como "no beligerancia" o "neutralidad"? Burdas cortinas de humo que no podían esconder lo esencial, esto es, la activa colaboración franquista con el Eje: una "alianza no firmada" como dice el subtítulo del libro. El epílogo de esta historia, dedicado a los años que median entre el fin de la guerra y el famoso abrazo de Eisenhower (1953), lleva el significativo título de "Se recompensa el doble juego". En efecto, sostiene Pike, la política franquista "basada en el engaño" salió indemne de la hecatombe ocultando los rastros que le vinculaban en exceso con las potencias nazis y fascistas.