Bernat Hernández
La colección Españoles eminentes con la que Taurus y la Fundación March aspiran a revitalizar el género biográfico llega a su octavo volumen con una historia de la vida de Bartolomé de las Casas que viene a saldar una cuenta pendiente. No por recuperar a una figura cuya fama se mantiene fuerte hoy día sino por ampliar el marco de visión de un hombre poliédrico cuya actividad y producción intelecual va mucho más allá de su conocida defensa de la población nativa de las Indias y de la escritura del célebre opúsculo Brevísma defensa de la destrucción de las Indias. Y a esa tarea se aplica con buen pulso y autoridad el historiador catalán Bernat Hernández en estas páginas.De las Casas nació en Sevilla en 1484 y en 1502, con 18 años y sólo ocho después del Descubrimiento, llegaba a Indias, quedando ya vinculado a aquellas tierras hasta su muerte en Madrid en julio de 1566. Fue un viajero colosal. En medio siglo recorrió más de 100.000 kilómetros que incluyeron diez viajes transatlánticos y numerosas travesías por las tierras europeas y mesoamericanas. El fraile dominico fue activista y político, conoció el poder y el favor regio y también el ostracismo, y su legado ha sido valorado tanto positivamente, como un cándido defensor de los derechos de los indígenas como con tintes negativos, como un perverso artífice de la leyenda negra. Su mejor arma fue una poderosísima pluma con la que ejecutó algunas de las mejores crónicas de su tiempo y que le sirvió también de exégesis personal y autojustificación.
Hernández urde en esta biografía una aproximación crítica y minuciosa a los textos y trayectoria de Bartolomé de las Casas que busca una coherencia vital ausente hasta ahora en las aproximaciones a un personaje abocado supuestamente a sucesivas conversiones: de soldado a señor de indios, de clérigo de conquista a fraile predicador, de dominico a obispo de Chiapas, para acabar a la postre renunciando al episcopado con el fin de centrarse en el activismo jurídico a favor de los indígenas. Por el contrario, emerge aquí un personaje táctico y habilidoso, más racional que apasionado, y con una vida más lineal y homogénea de lo que se desprende de sus propios comentarios.
Vivimos tiempos de globalización mundial y multiculturalidad local y, escribe el autor de este libro, parece natural buscar enseñanzas y guías en ese increíble siglo XVI en el que Occidente midió de pronto la casi totalidad del globo terráqueo. Y Bartolomé de las Casas es uno de los principales referentes. Sus pensamientos sobre las libertades, la justicia, el diálogo interconfesional o la guerra pasaron a cimentar muchos de los argumentos de las ideologías contemporáneas. Un importante legado que necesitaba de una revisión y puesta a punto como la que ofrece este libro.