Sylvia Molloy
Unas memorias, una nouvelle, un conjunto relatos de no ficción o una autoindagación fragmentaria: la etiqueta no importa si el resultado es tan estimulante, tan disfrutable como este Vivir entre lenguas, de Sylvia Molloy (Buenos Aires, 1938).Molloy, injustamente poco conocida en España, es una de las principales críticas literarias de Argentina. Nació, en efecto, en un mar de lenguas. "Para simplificar, a veces digo que soy trilingüe, aunque pensándolo bien la declaración complica más de lo que simplifica". A desentrañar "en qué lengua es" dedica este libro. Molloy habló primero español, a los tres años comenzó a usar el inglés con su padre -y con su abuela, emigrante inglesa- y poco después adquirió el francés de su familia materna. El libro está recorrido de preguntas. ¿Cómo piensa un políglota? ¿Por qué los afectos, las lecturas importantes o ciertos momentos de una vida se presentan en un idioma u otro? ¿Por qué, siendo perfectamente trilingüe, uno elige escribir en español, o en inglés, o en francés?
La autora recurre, en una suerte de desesperación feliz -late en todo el libro la celebración de la riqueza de una cultura multingüe en lo que tiene de disolución de fronteras- a quienes se lo preguntaron antes que ella: a Elias Canetti, a Elie Wiesel, a George Steiner o a Joseph Conrad.