Fernando Savater

Ariel. Barcelona, 2017. 95 páginas. 9'95€

Fernando Savater (San Sebastián, 1947) ejerció la lucha cívica contra ETA durante años, convirtiéndose en una de las bestias negras del nacionalismo vasco. Pero los nacionalistas tenían un problema con él: difícilmente le podían despachar con su displicencia ("Ese es un facha"), pues lo que acredita el donostiarra es un compromiso total con la democracia, con las ideas de la ilustración, con que la libertad y la igualdad entre los ciudadanos se impongan siempre a las banderas. Todas estas cosas ponen hoy tan nerviosos a los nacionalistas catalanes como antes a los vascos. Su último libro reúne sus artículos contra el separatismo catalán, al que sitúa un peldaño por encima del nacionalismo.



Con humor el nacionalismo se soporta, dice; pero el separatismo, en cambio, suma al anterior el intento de destrucción de la democracia vigente. Es una amenaza. Savater tiene un discurso comprometido, y por eso abomina de una educación cívica posmoderna que ha desechado esa noción. No le cuesta señalar el error de quienes se manifestan vestidos de blanco pidiendo "diálogo" con el gobierno desleal de Cataluña. ¿Diálogo con quién?, se pregunta. ¿Con los golpistas? Para comprometerse, lo primero es no mentirse a uno mismo. Él no lo hace en este librito airado. Un libro hecho de retazos breves, pero a su vez lleno de ideas.