Daft Punk, representantes del French Touch
No puede entenderse la cultura de las últimas décadas sin la música electrónica. Hay algo de atávico y tribal en cada una de las ceremonias que oficia un DJ. Y como quiera que surge de lo más abisal de nuestros instintos, la experiencia nos conecta con nuestros primitivos latidos identitarios a través de una de las primeras señales de civilización: el movimiento, el rito, el baile, el artificio, la instrumentación, la tecnología...El crítico y periodista Javier Blánquez (Barcelona, 1975) completa su homérico proyecto de limpiar, fijar y dar esplendor a los más de cien años de música electrónica -toma como "año cero" los experimentos del italiano Luigi Russolo en 1910- en dos volúmenes que no son sino un viaje por la evolución de sus corrientes y tendencias, por los lugares donde nacieron y, por supuesto, por los creadores de una expresión vital "transgresora, hedonista, terrorífica, poética y convulsa". Esta invitación a "escuchar un mundo nuevo" ha de arrancar necesariamente con la primera entrega de la serie Loops. Editada en 2002, regresa a las librerías de la mano de Reservoir Books con prólogo del crítico Simon Reynolds, padre del término "post-rock". Blánquez, que comparte edición con Omar León, coordina y participa en un volumen con una solvente nómina de especialistas, entre los que se encuentran Quim Casas, Oriol Rosell, Raül G., Pratginestós, Dani Relats, Half Nelson y Juan Manuel Freire, entre otros. Sus artículos rastrean cronológicamente los pasos de una música "capaz de generar ritmos nuevos, sonidos inéditos, esquemas libres y oportunidades expresivas sin precedentes" con los alemanes Kraftwerk siempre en el horizonte, con fenómenos como las raves, con referencias a ciudades como Detroit, Ibiza, Berlín, Bristol, Nueva York, Manchester..., con infinidad de conceptos como ambient, synth-pop, house, trance, art-rock, prog-rock, trip-hop y con los grupos que los representan como Massive Attack/Tricky, The Human League, Brian Eno, Depeche Mode, Laurie Anderson y Daft Punk, entre otros muchos.
Si en el primer Loops hay un recorrido por la "historia de la música electrónica en el siglo XX", en el segundo, Blánquez, él sólo esta vez, retoma la historia donde se quedó -rondando el 2000- pero cambiando el formato y dirigiendo su nuevo periplo hacia territorios más ensayísticos. Fenómenos como el renacer del súper DJ, la escena EDM, el trance holandés, la vuelta a Ibiza y Detroit, el dubstep, el nuevo papel del hip hop, el auge y madurez del footwork, el revival indiscriminado, la globalización y los inevitables saltos de la tecnología (con la Inteligencia Artificial interrogando el papel de la creación) son los nuevos caminos por los que transita la erudita mirada del autor. Si el primer volumen nos vampiriza con un ritmo de lectura hipnótico (pese a la variedad de autores), el segundo transcurre por secuencias más reposadas, en ocasiones nostálgicas, y por la necesidad de analizar los nuevos desafíos, como la consolidación de lo digital e internet, y de comprender el fermento cultural dejado por las décadas precedentes.Blánquez nos orienta por el complejo laberinto de la música electrónica a través de un vademécum riguroso y vibrante
Tras los pioneros y la fiebre del baile nos encontramos ahora una coyuntura desbordada por el océano digital, con una oferta para la que, según Blánquez, aún no existen cartas de navegación: "A partir de ahora habrá que señalizarlas, si es que hay manera de gestionar tan inmensa cantidad de información". Al contrario de lo que ocurre en la encrucijada de la música electrónica, este trabajo nos orienta con precisión por un laberinto complejo de nombres y tendencias que lo convierten en uno de los hallazgos editoriales más importantes de la temporada. Blánquez firma una obra de referencia, un vademécum riguroso y vibrante reforzado por su absoluto dominio del relato.
@ecolote