¿Cómo estimular la curiosidad, la reflexión y hacer más asequible el conocimiento científico o humanístico al niño? Hoy existen atractivas obras divulgativas que se preocupan de ello y promueven la investigación tanto en las aulas como en casa. Estas son algunas de ellas.

Descubre los insectos
David Suzuki. Oniro, 2003.
(A partir de 10 años)

Por ser tan diminutos muchas veces pasan inadvertidos. Por ser desconocidos tendemos a menospreciarlos. Porque algunos tienen ponzoña, algunos les temen. Lo cierto es que los insectos nos develan una faceta maravillosa y fasci- nante de la naturaleza. Descubre los insectos nos propone una serie de actividades que nos permiten desarrollar nuestra capacidad de observación, alimentar la sensación de asombro y atender con respeto y cariño a estos pequeños seres. A su vez, las observaciones que realizamos se ven respaldadas por textos e ilustraciones de especialistas que corroboran nuestras intuiciones, resquebrajan nuestros prejuicios y enriquecen nues- tros experimentos con datos e informaciones accesibles y relevantes. Esta magnífica obra divulgativa sirve tanto para realizar actividades en el aula como para dirigir y enriquecer las aproximaciones individuales. Otros títulos del autor: Descubre el cuerpo humano, Descubre los sentidos y Descubre el medio ambiente.


¿Por qué es trompudo el elefante?
C. Baredes, I.a Lotersztain. Ilustraciones de G. García. Buenos Aires. Iamiqué, 2003.(A partir de 6 años)

Hay un momento en la vida del niño en el cual indaga sobre las razones de las cosas que llaman su atención. En este período su curiosidad lo lleva a preguntar una y otra vez ¿por qué?, ¿por qué? ... Lamentablemente solemos menospreciar esta actitud. Así, poco a poco su interés va mermando y las preguntas desapareciendo. Ahora bien, recuperar esa excitación inicial debe ser el objeto de una educación que privilegie el conocimiento sobre la información y, en este sentido, que descubra la ciencia como un mundo cer- cano y atracti- vo. ¿Quién tiene la lengua pesada como un elefante? o ¿quién puede tragar algo más grande que su cabeza? Este apasionante y divertido libro se vale de interrogantes como éstos para introducirnos en el universo de los hábitos alimenticios de los animales. A su vez, otras áreas temáticas, como la evolución de las especies, la conservación o la biodiversidad son presentadas, siempre con naturalidad y suscitando nuestro interés.


Glabro, legionario de Roma
Juán Bas. Anaya, 2002. (A partir de 12 años)

La ficción histórica nos permite ver al pasado en tiempo presente. Virtualmente somos testigos de episodios históricos, conocemos a sus protagonistas, nos aproximamos a sus móviles y los reconocemos como seres humanos que se enfrentan, suscitan o padecen dilemas morales. Sin embargo, muchos profesores de historia son reacios a valerse de novelas en sus clases, las ven como falsificaciones y antes prefie ren atenerse a la letra que recrear el espíritu. Entre el republicanismo y el imperio, Glabro sucesivamente es legionario, esclavo y gladiador. En sus recuerdos se entremezclan las grandezas y miserias de Roma. Sus vivencias y reflexiones nos brindan una rica imagen de su tiempo, además de material para investigaciones. De este modo, no sólo vislumbramos un momento histórico sino que también enriquecemos nuestra experiencia literaria y ampliamos nuestro marco de referencias.


La muerte explicada a mi hija
E.Huisman-Perrin. El Aleph, 2003.(A partir de 12 años)

El discurso religioso da una explicación a la muerte y, además, ofrece una esperanza. Sus respuestas son las mismas tanto para los niños como para los adultos. Incluso, aún hoy en día, son inculcadas a partir de la primera sociabilización. En cambio, para los laicos la situación es otra. Abordar el tema de la muerte es delicado y a su alrededor se entretejen miedos y angustias. De allí que para el adulto sea tan difícil "manejar" este tema con un niño como ofrecerle respuestas. En consecuencia, un sepulcral silencio cubre el tema. Concebido como un diálogo, La muerte explicada a mi hija, repasa de un modo sincero, profundo e inteligente las distintas preguntas y temores que un adolescente puede formular. La conversación fluye, el tono es natural y se pasa de un asunto a otro, que van de la concepción mítica hasta la enfermedad, el duelo y el suicidio. Lectura impresindible que exige ser discutida en casa o en el colegio.

Cuentos con cuentas
Miguel de Guzmán. Nivola, 2003. (A partir de 12 años)

En el sistema escolar a menudo se asocia la enseñanza de las matemáticas con la explicación de una fórmula más o menos complicada, su aprendizaje de memoria y la resolución de rutinarios ejercicios. Muchos jóvenes se quejan de su abstracción, de que no saben cuál es su utilidad y aseguran que al cabo de un breve período de tiempo terminan por olvidar lo aprendido.
Bajo el nombre de Rompecabezas, la editorial Nivola plantea tanto una imagen como una forma distinta de enseñar matemáticas. La idea del juego, de plantearse un problema que exige de nuestras habilidades para hallar su solución, subyacen a esta concepción pedagógica. Cuentos con Cuentas reúne un conjunto de problemas-juegos-rompecabezas que fueron descifrados por famosos matemáticos o que para solucionarlos es preciso que empleemos sus hallazgos. Así, Pitágoras, Kepler o Pascal son nuestros desafiantes compañeros de juegos.