Un canto de amor a las artes gráficas se desprende de este hermoso relato en el que Canal Ramirez nos traslada hasta la mirada de un muchacho que presencia el enfrentamiento entre su padre y el cura de su pequeño pueblo andino ante las inminentes elecciones. El periódico parroquial no duda en ensañarse con el padre del chico frente a la candidatura del general, por lo que el joven no encuentra mejor alternativa que robar de la imprenta los tipos de la letra A para silenciar las críticas hacia su familia. Todos aprendemos entonces que tan malo es tomarnos la justicia por nuestra mano como absurdo anular el diálogo por tener ideologías contrarias. A ello se añade el útil apartado final que explica los orígenes de la imprenta y un glosario de términos relacionados con el sector.