El sello "A buen paso" vuelve a apostar por Iban Barrenetxea -reconocido con el Premio Euskadi de Ilustración en 2011 por su Bombástica Naturalis- para transportarnos hasta la singular historia de Firmín, el carpintero con las manos más prodigiosas del planeta. Toda pieza salida de su taller parecía cobrar vida propia, y su fama alcanzó tal altura que un día fue llamado por el pendenciero Barón von Bombus para que le recompusiera cada uno de los miembros malogrados en las batallas: que si una mano por aquí, que si las dos piernas por allá… hasta llegar la ocasión en que el inconsciente caballero perdió su ilustrísima crisma. El humor entra en escena cuando presenciamos los continuos quebraderos de cabeza que tanta extremidad amputada provoca entre sus más allegados, pero ahora sí que se luce el reputado artesano al conseguir que -en una suerte de camino inverso al del admirado Geppetto-, el ejemplar del Barón en madera supere con creces al modelo original de carne y hueso.
Un álbum galardonado por los libreros con el último Premio Kiriko, que nos lleva a reconocer la sutil ironía de los universos del autor vasco gracias a sus inconfundibles ilustraciones, con el detallismo de sus ricos escenarios y las características estilizaciones de todas sus criaturas de ficción.