Pocos personajes tan seductores como los malos de leyenda. Así queda atestiguado en el metaliterario prólogo de estos cuatro relatos en los que palabra e imagen se hermanan para recrear un enamorado homenaje a las aventuras clásicas que marcaron las lecturas juveniles de F. Marías y J. Olivares. De ahí, que nos adentremos en un escenario cercano al de la novela gráfica en el que la página se tiñe de azules, rojos o sepias que irán definiendo el tono de cada historia. Así, las pinceladas añiles que evocan los peligrosos mares del XVIII asediados por corsarios como Perrosangre, milagrosamente redimido cuando una misteriosa mujer le suplica clemencia en nombre de Santiago Apóstol. O también la atmósfera apocalíptica de "El ángel de las noches muertas", que a través de los colores ígneos y dibujos de corte expresionista nos trasladan hasta un futuro Madrid en el que apestados y humanos pelean por la supervivencia.



La piedad y el amor en tiempos de guerra protagonizarán la siguiente narración en la que, mediante los amargos grises y un cuidado estilo literario, se reconstruyen las últimas horas del legendario Luis Candelas antes de ser ejecutado. Y como colofón de este muy recomendable volumen en el que la aventura se aúna con el placer del libro impecablemente editado, los gélidos azules que sumergirán al lector en el horror ante una desconocida criatura de las nieves.