Demipage, 2012. 272 pp., 20 e. (Desde 10 años)



Concebida como el clásico relato de iniciación, llega una de las novelas más reconocidas de Jean Claude Mourlevat, de lectura obligatoria en las escuelas francesas, y ahora ilustrada con esmero a través de las creativas texturas de Clara Luna. En el almacén de Tomek uno puede encontrar de todo. O al menos eso creía este chaval de trece años hasta que irrumpe en su tienda una muchachita solicitándole agua del río Qjar, que con solo una gota evita la muerte. He aquí el motor que le empujará hacia un territorio desconocido. Tras finalizar la lectura cabe preguntarse, al igual que hace el chico cuando alcanza las aguas inmortales, ¿acaso la razón de que la vida sea tan valiosa no es precisamente la conciencia de que un día termina?