La legión de incondicionales que convierte las firmas de libros de la escritora Laura Gallego (Valencia, 1977) en una inenarrable algarabía adolescente vuelve a estar de enhorabuena al poder disfrutar de su última criatura literaria, una novela fantástica edificada sobre el universo de Darusia: aquel remoto territorio en el que no existen las distancias gracias a una interconectada red de puertas que permite recorrer las distintas ciudades del reino en tan solo unos instantes. Pero la esotérica ciencia de los portales solo puede ser estudiada por un número reducido de privilegiados que ingresan en la Academia de la que saldrá nuestra grupo protagonista: dos aventajados estudiantes y una espabilada jovenzuela que descubre un nuevo mineral azul crucial para diseñar estas puertas, justo cuando las tradicionales minas comenzaban a mostrar claros signos de agotamiento.

Sin embargo, ¿servirá con la misma utilidad este mágico pigmento para despedazar los límites del espacio? Tal es la pregunta que adereza los vericuetos de esta fantástica peripecia. La misteriosa desaparición del maestro que investiga el extraño material, la evaporación de uno de los portales y el asesinato del guardián que debía encargarse de custodiarlo nos derivan a partir de cierto momento hacia una trama bien urdida -quizá la más ambiciosa de todas las que Laura Gallego nos ha ofrecido hasta el presente libro- en la que la fantasía cede paso al suspense, y las intrigas se entrelazan proporcionándonos una lectura fluida que sostiene con destreza nuestro interés hasta el más que deseado desenlace.