Pocos podremos olvidar la sensación grimosa de aquel diente bailón que se resistía a abandonar la encía por más que lo mareáramos a base de lengüetazos. De ahí el acierto de este tronchante repertorio de estrategias para desalojar, creativamente, a los intrusos de leche que se aferran a las bocas de nuestros niños. Desde el método "tradicional" que opta por atar el incisivo con un hilo sujeto al picaporte de una puerta hasta que cualquiera se digne a abrirla de improviso, a a sistemas más "deportivos", como aquel de montar en bici sin manos, o el más "surrealista" que espera a que te lo arrebate un perro andaluz.
El humor del texto encuentra un correlato perfecto en las divertidas escenas de Amrei Fiedler, que ya desde la portada nos da la clave sobre el hilarante tono que vamos a encontrar a lo largo de este ingenioso álbum.