Nos encontramos ante un álbum divertidísimo, un relato juguetón sobre la jornada en que los lápices de colores se rebelaron ante el pobre Duncan por el trato desigual recibido. Sobre esta original idea se construye la anécdota en la que se dedican las páginas pares a reproducir las cartas reivindicativas de cada uno de los crayones, mientras que las impares les dan la réplica con los tronchantes dibujos del ilustrador australiano. Que si el lapicero negro está harto de que lo utilice sólo para perfilar siluetas, el rojo agotado de tanto trabajar en pro de tomates y corazones, y el beige deprimido por sus contadas apariciones. De una u otra manera, ningún crayón parece estar satisfecho con su suerte, así que habremos de llegar hasta el final para ver cómo el pequeño consigue aplacar los ánimos y sembrar la felicidad entre todos los habitantes del estuche.
Secciones
- Entreclásicos, por Rafael Narbona
- Stanislavblog, por Liz Perales
- En plan serie, por Enric Albero
- A la intemperie, por J. J. Armas Marcelo
- Homo Ludens, por Borja Vaz
- ÚItimo pase, por Alberto Ojeda
- Y tú que Io veas, por Elena Vozmediano
- iQué raro es todo!, por Álvaro Guibert
- Otras pantallas, por Carlos Reviriego
- El incomodador, por Juan Sardá
- Tengo una cita, por Manuel Hidalgo
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