Sempé siempre dijo que dibujaba sus propias debilidades y buena prueba de ello es el retrato de Marcelín, un niño que se sonrojaba cuando menos venía a cuento. Por eso, el día en que Renato Piqueras apareció en el colegio con sus estornudos encadenados, nuestro héroe supo que había encontrado la horma de su zapato.



Muchos lectores podrán ponerse en la piel del protagonista y comprenderán lo incómodo que es sentirse diferente al grupo. Otros se darán cuenta de que todos somos diferentes por algo. Bien lo saben estos grandes amigos que se ven forzados a separarse la mañana en que la familia Piqueras se muda sin previo aviso y la vida de cada personaje transita por un camino distinto. El reencuentro, ya de adultos, nos conduce hasta un final feliz en el que, a pesar de los años, Renato y Marcelín siguen compartiendo con igual satisfacción tanto juegos como silencios. Un libro de los años 60 que celebra la amistad y ahora recupera Blackie Books.