Umi llegó a su aldea africana del pico de un flamenco y durante sus primeros años fue descubriendo la importancia de respetar la sabiduría de los mayores y lo maravilloso que era sentirse querido por los suyos. Pero llegó el momento en que tuvo que abandonar la seguridad de su casa y aprender a valerse por sí mismo. En este camino iniciático, el pequeño observará a las criaturas que lo rodean y, gracias a la magia de un amuleto, podrá experimentar lo que es sentirse león en medio de la manada, elefante entre los elefantes o águila sobrevolando la sabana. Sin embargo, ni la libertad que siente al tener alas, ni la poderosa sensación que había envidiado en los otros animales parecen reportarle una felicidad plena. El círculo se cierra entonces cuando, al seguir el rastro de una música preciosa, Umi descubre que en realidad se trata de la voz de su madre mientras prepara el desayuno.



Una preciosa leyenda de Sebastián de la Serna que nos hace reflexionar sobre cómo las cosas importantes de nuestras vidas están más cerca de lo que creemos.