Novela

El pájaro, pintel y tinta...

Ena Lucía Portela

13 septiembre, 2000 02:00

Casiopea. 272 págs., 2.200 ptas.

Pretenden dejar bien claro los editores que Ena Lucía Portela no es una escritora surgida a la estela del éxito de la literatura cubana más reciente. También lo pretende Abilio Estévez en su literario prólogo a esta edición, cuando afirma: "Nadie espere [...] narcisistas disquisiciones sobre la cubanidad, [o] a una escritora [...] que explota su condición de mujer o de residente en Cuba". En efecto: por fortuna, no se trata de los gastados daguerrotipos que nos llegan de la isla caribeña una y otra vez, sino más bien de una novela que bebe de fuentes más europeas que latinoamericanas y que logra hacer de lo cotidiano y lo vulgar un mundo propio.

Ena Lucía Portela (La Habana, 1972) obtuvo el premio de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba con esta historia de exaltación de lo común. Poco después obtuvo una de las categorías del premio Juan Rulfo. Con estos avales, tal vez en una primera aproximación defraude un poco la retórica de esta obra: ese estilo plagado de anglicismos, de latinismos, de concesiones a la oralidad; abundante en frases interminables, y repetitivo en exceso. Por el contrario, es indiscutible que es una novela de atmósferas, donde la historia principal queda relegada para dejar protagonismo a las microhistorias de sus protagonistas.

La historia principal se centra en Fabián, excéntrico y egoísta mujeriego, y Camila, joven estudiante de arte dramático, quienes tras un enamoramiento repentino, protagonizan una claustrofóbica experiencia de violencia y celos. La autora nos ha puesto sobre aviso desde el principio de lo que se trata, pues ésta es "entre otras cosas, la historia de un asesinato" (pág. 36). A partir de ahí, al modo garciamarquiano, el destino de los personajes se parece al del mítico Santiago Nasar: sólo les acompañamos hasta que lo inefable sucede. Portela sabe construir una historia, y sabe contarla. Falta ahora que perfeccione sus técnicas de poda, y los resultados de su ingenio serán magníficos.