Novela

El diagnóstico

Alan Lightman

24 julio, 2002 02:00

Trad. P. Vázquez. Tusquets. 412 págs, 18 euros

Un día en el que un ejecutivo, Bill Chalmers, se dirige al metro para llegar a su trabajo, se empieza a dar cuenta de que no recuerda a dónde va. Tampoco quién es. Su peculiar bajada a los infiernos se convierte en una terrible y nueva odisea donde su fragilidad, la de todos los habitantes de las urbes modernas, se pone de manifiesto de una manera dramática. Posteriormente, los médicos intentan encontrar un diagnóstico a su dolencia, pero su cuerpo se entumece hasta dejarlo paralizado. De manera kafkiana, y con una crítica muy sutil y humor negro, Lightman realiza un recorrido por las relaciones interpersonales personales, sobre la falsedad de nuestra modernidad.

Si en la tradición narrativa el género epistolar se utiliza para ofrecer al lector información pertinente al desarrollo de la acción, en El diagnóstico son los correos electrónicos la fórmula preferida por el autor para establecer la incomunicación de nuestros días, ya sean los mensajes enviados por sus compañeros de trabajo, o los correos de su hijo que, en la misma casa, prefiere establecer conexión con su padre por este medio electrónico.

El recorrido por su enfermedad le hace reflexionar a Bill sobre las formas, que aunque se hayan modificado, la esencia de la naturaleza, de las relaciones humanas, son lo mismo, aunque sean diferentes. Comienza a fijarse en lo minúsculo, para poder comprender lo complejo. Su parálisis le niega incluso la claridad del dolor, que le permitiría percibir las partes que le faltan. En esta alertadora parábola, Lightman nos ofrece la necesidad de reconocer las minucias de nuestro universo, que comienza por nosotros mismos.